Secuestraron A Mi Ídolo ×J.C×

×C U A T R O×

13 de Enero del 2015.

9:30 de la mañana, marcaba la hora mi laptop.

Hoy es la preventa por internet de los boletos para el "The Party Tour" aquí en Tampico, y he faltado a la escuela solo para comprar el boleto y obtener un buen lugar, pero falta media hora para que empiece, así que más vale prevenir que lamentar.

Pasaron diez minutos. Me desesperé y bajé a la cocina de mi casa por un yogurt de fresa y subí a mi habitación a beberlo.

Aún faltaban veinte minutos y estaba aburrida, así que decidí llamar a Kate, espero y esté en el descanso, de no ser así algún maestro la vería con su celular y se lo quitaría.

Marqué.

— ¿Hola? —dije a través del teléfono.

— ¡Hey Sofía! —respondió alegremente Kate.

— ¿Aún siguen en el descanso? —pregunté.

—Si —respondió alegremente—. ¿Y qué? ¿Ya compraste el boleto?

—Estoy en eso, faltan más de quince minutos y me aburrí. —resople mi nariz.

—Bueno, pues no te distraigas ¡he! y si no llegas a tener un buen lugar, no te pongas triste ¿sí?

—Si mamá. —dije divertida. Reí

—Oye tengo que colgar, el Zombie y Terminator ahí vienen, chao. —dijo rápidamente y colgó.

Suspiré. Al menos ya falta poco para la preventa.

Adam.

—Okey, este es plan, diles Adam. —dijo Mark.

Estábamos sentados en una mesa Kate, Park, Isaac, Lili, Mark y yo hablando sobre el secuestro de Jos.

—Bueno, el plan es, llegar a las tres de la mañana pero Isaac llegará antes para poder filtrarse sin problema al sistema para eliminar las cámaras de seguridad además de que nos alertará cuando haiga un guardia cerca —Isaac se levantó de su asiento e hizo ademanes de presentación. Reímos y se volvió a sentar—. Cuando llegue la banda después del concierto, Kate y Lili serán la carnada, les pedirán autógrafos, fotos y poco a poco se llevarán a Jos lejos de su habitación y cuando estén lo suficientemente lejos, Park llegará y le dará su "agüita de limón" —las chicas soltaron unas risitas contagiosas—, la cual tendrá un líquido que lo hará dormir y ahí llegaremos Mark y yo para esconderlo y salir por la puerta de servicio.

—Suena fácil, eh. —dijo Park

— ¿Y los guardaespaldas? Digo, esos muchachos traen de guaruras a unos gorilas y será difícil quitarlos del camino. —comentó Isaac.

— ¡Te lo dije Adam! De los guardias nunca nos libraremos. —respondió frustrado Mark.

— ¿Y entonces? —dije. Me encogí de hombros.

— ¡Ya sé! Le pediré a Sofía el número de Jos y yo lo traeré a nosotros, confíen en mí, en serio. —dijo Kate muy segura de lo que decía.

— ¿Segura? ¿Crees que Jos saldría solo por ti? —preguntó incrédula Lili.

—Claro, solo confíen en los encantos de Kate. —respondió coqueta Kate.

—Bien, entonces solo hay que esperar al día. —dijo Mark.

Solo faltan dos meses...

Sofía.

¡Oh si bitches! Conseguí zona VIP, fila D, esperaba tener un asiento en primera fila, pero me conformaré con lo que tengo.
Tengo que pasar por mi boleto dentro de unos días.

×××

Mi teléfono empezó a sonar, justo cuando estoy durmiendo. Perfecto -nótese mi sarcasmo-

— ¿Hola? —dije con voz adormilada.

— ¡Sofía! Oye, ¿me podrías pasar el número de Jos? —era Kate, sonaba apurada.

—Sí, pero ¿para qué? Que yo sepa a ti no te gusta Jos.

—Ay, ¿no puedo tener el número de un famoso?

—Sí, pero, mejor te lo mando en un mensaje, ahorita no recuerdo el número.

— ¡Gracias, gracias, gracias! —gritó y tuve que despegarme un centímetro debido al fuerte sonido—. Te prometo que no le pasaré a nadie el número. ¡Te lo juro!

—Sí, sí, de nada. —reí.

—Bueno, ehm, tengo que colgar, y de nuevo, gracias linda.

—Sí, no te preocupes, adiós. —colgué.

Kate.

Cinco minutos después, me llegó el mensaje de Sofía con el número de Jos. ¡Listo! Solo tengo inventar una estrategia para que todo salga excelente.
Le llamaré a Adam para que esté enterado.

— ¡Hey! Ya tengo el número de Jos. —dije a través del teléfono.

—Perfecto, pero ¿sabes que será difícil que Jos salga de su habitación sólo por ti verdad? —respondió.

—Sí, sí, lo sé, ya estoy planeando todo. —resoplé mi nariz.

—Bueno, confío en ti, espero y todo salga bien.

—Sí, gracias... —y un momento incómodo se apoderó de la línea telefónica—. Bien, ¿y por qué haces todo esto? —dije rompiendo el hielo.

—Hacer ¿qué?

—Sí, secuestrar a Jos ¿no crees que es algo loco? ¿Sabes que puedes ir al reclusorio juvenil? Y eso nos implica a todos los que estamos ayudando.

—Lo sé, lo sé. Todo saldrá bien, ya verás.

— ¿Estás seguro de lo que dices?

—Sí... —lo interrumpí.

—Si tan seguro estás de lo que dices, ¿dónde lo tendrás? Si se supone que Jos será "el regalo de cumpleaños" de Sofía —remarqué—, no me digas, en su casa ¿cierto?

—Bueno, a menos de que tú... —lo interrumpí de nuevo.

— ¡No! ¡Estás mal del cerebro si piensas que Jos se quedará en mi casa! —le grité.

—Agh, ya veré como le haré, adiós. —dijo enojado y colgó.

¡Ah! ¡La marica se enoja!