Sofía.
—Encerrados como si estuviésemos en la escuela. —chilló Kate.
—Callate —habló Adam quien estaba sentado junto a mi—, preferiría estar en la escuela a estar en este horrendo lugar.
Suspire y recargue mi cabeza en el hombro de mi amigo. Seguro mamá estaba preocupada, en pánico. Seguro también le diría a papá todo lo que sucedió, y lo mas probable es que me castiguen toda una vida.
—Quiero a mi mamá. —dijo Kate como niña pequeña. A este punto, comenzaba a castrar.
— ¿Quieres callarte de una vez? —le dije ya irritada. Me mostró su lengua y se acercó a los barrotes de la celda.
—Oigan, ya me dio hambre. —gritó Kate a los policías, no le prestaron atención, y después de repetir lo mismo tres veces se regresó con nosotros.
—Ni siquiera pude terminar la prepa. —dije con cierta nostalgia.
— ¿Quién creen que nos haya delatado, uhm? —preguntó Adam— Tus vecinos nunca están fuera de sus casas, a excepción de hace un rato.
—No lo sé, simplemente aborrezco a la persona que lo hizo. —dije.
Antes de que dieran las nueve de la noche, mis papás aparecieron en la delegación y mi papá no venía con una buena cara.
—Hola. —Sonreí nerviosa.
— ¿Nos quieres explicar qué sucedió? —habló mi papá—. La verdad. —me señaló.
—Pues verán, estábamos merendando cuando unos policías salvajes aparecieron rompiendo las ventanas y nos trajeron aquí. —dije nerviosa.
—La verdad, Sofía. —insistió mi mamá, aunque ella ya sabía el motivo.
— ¿Recuerdas que me gustaba mucho un chico de CD9? Jos Canela —él asintió—, lo prive de su libertad más de medio año.
— ¿Qué? —gritó y cerré los ojos— ¿Qué te ocurre? Ese es un delito muy grave. A quién se le ocurre hacer tal estupidez. —Adam levantó la mano apenado y mis padres tiraron de sus cabellos.
—Yo no participé cuando lo hicieron, pero yo lo mantuve medio año. —dije.
—Me voy medio año y mi hija ya es una delincuente —empezó a llorar y yo también. Odiba ser muy llorona en estos casos—. Realmente no sé qué hacer.
—Conseguir un abogado tal vez. —dije y mis papás me reprendieron con la mirada.
Pasamos la primera noche ahí; escuché decir a unos policías que en tres días sería nuestro juicio o algo así.
Dudo que nos otorguen la fianza y si la tenemos no será un precio accesible.Jos.
Eran casi las diez y aun no juntaba el dinero suficiente para tratar de sacar a los tres; no sabía cuánto pedirían, por eso debía ir preparado.
No quería pedirle dinero a mi mamá, ella me lo negaría porque es ir en contra de las terapias, pero en este momento no me importaban. Quería sacarlos, cueste lo que cueste.
Y en este momento me dirigía a casa de Alan; me apenaba ir a las casas de mis amigos solamente a bajarles una buena cantidad de dinero, pero lo necesitaba demasiado.
Toqué la puerta tres veces y su abuela me recibió.
—Qué milagro, José —me sonrió y la saludé—, pasa, Alan esta en su habitación.
—Gracias. —asentí y subí corriendo al cuarto de mi amigo. Toqué la puerta y se escuchó su voz indicando que entrara.
—Hola Miguelín —sonrió ampliamente— ¿Qué te trae por aquí?
—No sé si hayas visto las noticias, pero ¿recuerdas a Sofía?
—Ah, claro. La chica de la que siempre nos hablas —sonreí y sentí mis mejillas arder. ¿Qué me sucedía?— ¿Qué pasa con ella?
—La detuvieron junto a sus amigos y necesito sacarlos de ahí lo más antes posible.
—Oh vaya, eso si que es malo. Apuesto que tu querida amiga Paola estuvo involucrada en eso —rodó los ojos—. Y cómo puedo ayudarte, lo que necesites aquí estoy.
Le sonreí apenado por lo que diría, ya era como la quinta persona. —Necesito que me prestes dinero, no importa cuanto, sólo quiero sacarlos de ahí.
Sofía.
Al día siguiente, por fin uno de los tres pudo ocupar su llamada.
— ¿Papá? —dijo Kate al teléfono—, no, no, estoy bien o bueno... No, cómo crees. Papá esto es importante, papá escuchame, estoy en la cárcel.
Ella tenía una cara de desesperación; ella y su papá solían hacerse bromas, por lo que él no le creía lo que decía.
—Necesito que vengas, acá te explico mejor; si un abogado también. Adiós, te amo. —al terminar la llamada se echó a llorar.
—Tranquila, todo estará bien. —le decía.
—No Sofía, nada esta bien aquí. Nunca debimos hacer eso, nunca debimos escuchar a Adán.
Este mejor se dio la vuela y trato de evitar nuestra conversación.
—Trata de ser positiva, tal vez las cosas mejoren.
—No Sofía, deja el optimismo de lado y enfocate a la realidad, a la cruel realidad.
—Estas mal, Kate —habló Adam—. ¿Nunca se les ocurrió llamarle a Jos? Tal vez podría ayudarnos, digo, en algún momento fuimos sus amigos.
¿Hablar con Jos? ¿Ayudarnos? Lo dudo, se fue sin decir nada; si tuvo el tiempo suficiente para una cita en la mañana del día siguiente, ¿por que ni siquiera fue a darnos la gracias?
Simplemente era una mala idea.—Vamos Sofía, podría funcionar. —insistió Adam y yo me negué rotundamente.
—Él es un cretino. —dije.
—Un cretino al que amas. —respondió Adam en voz baja.
De alguna manera, aún me sentía mal por lo que pasó hace unos meses. Fui tan tonta.
—Eso que más da. No lo llamaremos, él no vendrá. —hablé firmemente.
×××
Holi🌚❤ les tengo una pregunta:v
• ¿Cómo les gustaría el final? Triste, feliz o incógnito.🌚
Sería muy bueno que dejaran su linda opinión:v
Bai👻
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Secuestraron A Mi Ídolo ×J.C×
Fanfic¿Te imaginas que tus mejores amigos secuestren a tu ídolo? Los mejores amigos de Sofía secuestran a Jos Canela para dárselo como regalo de cumpleaños; pero eso podría traer muchos problemas. ©Copyright 2015 Todos los derechos reservados. Prohibido l...