Secuestraron A Mi Ídolo ×J.C×

×V E I N T I D Ó S×

—Por qué invitaste a salir a Sofía. —me dijo Adam de la manera más seca y cortante que había escuchado en mi vida.

—Porque la quiero conocer un poco más —alcé mis hombros y recibí por respuesta un “Hmm”—. Por cierto, no creo ocupar setecientos pesos para ese día; al principio te dije quinientos porque de ahí iba a comprar las entradas y tú nos las darás —le di los dos billetes que anteriormente me había prestado—. Toma, con trescientos alcanza y sobra.

—No, no Jos, el concierto es en la feria, ¿no? —Asentí—, en esta feria todo esta caro, ten quinientos. —me volvió a dar uno de los billetes que le había devuelto.

—Si insistes...

— ¡JOS! ¡JOS! CARAJO, TIENES QUE VER ESTO. —gritó Sofía mientras bajaba las escaleras corriendo y Kate venía detrás de ella. Rápidamente escondí en mi pantalón el billete que tenía en mis manos, y Sofía con un tipo de salto ninja, se sentó junto a nosotros y me mostró la imagen de su celular.

“¡Ven y tomate la foto con CD9 y Abraham Mateo! Este 19 de Abril a partir de las 13:00 hrs. En Mix Up Plaza Las Américas (Ecatepec).”

—Pero... Cómo. —no sabía que decir. Ya están organizando eventos sin mí, y no ha pasado ni un mes de que he desaparecido.

— ¡Di algo Jos! No te quedes como bobo viendo la pantalla del celular. —exclamó Sofía.

— ¿Y qué carajos quieres que diga? —le respondí de la misma manera—. No ha pasado ni un mes y ya están haciendo eventos, ¡y en grande! Ellos ya ni me han de extrañar.

—No digas eso, Jos. —habló Kate.

—Tal vez eso ya lo tenían programado desde antes, pero aún no les decían. —dijo Sofía.

—Quizás, pero, agh, no tienen que hacer ese evento —dicho esto me levanté del sillón para ir al baño a tomar una ducha—. Tenemos que estar los cinco. —agregué mientras subía las escaleras.

Sofía.

—Creo que se enojó. —bromeó Adam y lo miré mal.

—Déjalo en paz, ¿quieres? —le dije y el negó.

Mi celular sonó y revisé quién llamaba, era mamá.

— ¡Te dije Kate! Mamá me llamaría en la mañana. —le dije apuntando a mi celular.

—Pues contesta. —me dijo burlona.

Caminé a la cocina y presioné el botón verde de mi celular que decía “Responder”. —Hola. —dije a través del móvil.

— ¡Sofía, hija! ¿Qué tal todo por allá?

—Todo bien, jé. Nada de qué preocuparse.

—Qué bueno, hija. Ya me contaron que tienes novio, eh. —me dijo burlona.

— ¿Eh?

—Ay Sofía, no te hagas la que no sabes, tu abuela me dijo ayer que llegó a Houston. Vamos, cuéntame quién es, ¿es guapo?

—Mamá —chillé y mi madre rio—, solo te puedo decir que se llama Rodrigo, y sí, si es guapo.

En estos momentos, sí que necesito unas buenas cachetadas en el cerebro, por haber dicho eso.

—Entonces tengo que conocerlo muy pronto, eh. Estaremos de regreso a principios de Mayo, y si tu tío no progresa, tal vez tengamos que llevarlo a Tampico.

— ¿En serio? Que bien, ehm, mamá te tengo que colgar.

— ¿Tan pronto? Pues qué pasa.