Secuestraron A Mi Ídolo ×J.C×

×V E I N T I N U E V E×

[Capítulo sin editar, disculpen los errores.]

Alonso.

Ha llegado el mes de Junio, es momento de encontrar a José sí o sí.

Sandra fue a comprar los boletos de avión, sola. Nadie, en lo absoluto, debe saber que estaremos en Tampico.

Antes de irnos publicamos un comunicado, ya que no estaremos un mes y los conciertos quedaron suspendidos.

"COMUNICADO IMPORTANTE:

A CAUSA DE FUERZA MAYOR, TODOS LOS EVENTOS PROGRAMADOS PARA EL MES DE JUNIO QUEDAN REPROGRAMADOS PARA JULIO, COMPENSANDOLO CON UNA FIRMA DE AUTOGRAFOS HORAS PREVIAS AL EVENTO.

GRACIAS."

—Listo chicos, vamonos ya. —llegó Sandra con los boletos y nos dio uno a cada quien para irnos por separado.

Lo más seguro es que no nos quedemos en el mismo hotel donde nos hemos quedado las dos ultimas veces, tal vez sea uno de categoría baja para no ser reconocidos.

[...]

¿Ha dónde viajarán estos? —pensó la rubia.

Ella los estaba observando desde que llegó.
Compraría el mismo boleto con el mismo destino de los cuatro chicos y sus tres managers.

Moría de la intriga, y no se espero más, fue a donde la misma señora rubia compró los boletos.

—Disculpe. ¿Me podría decir a dónde se dirigía la señora rubia que acaba de comprar los boletos? —le dijo a la señorita detrás del mostrador.

—Me temo que esa información es privada. No le puedo decir.

La chica gruñó internamente. —Ella era mi tía, mis primos me han hecho una broma y mi tía se ha olvidado de mi. Necesito ir al mismo destino que ella antes de que me dejen aquí. —mintió, y tan buena actriz era, que hasta la cajera sintió lástima de ella.

—Oh, perdone. El destino de su tía es hacía Tampico, ¿desea comprar el boleto?

—Obviamente, duh. —dijo de mala gana y compró el boleto.

Fue a dejar sus maletas, tratando de no ser vista por los chicos.

Ahora sí —pensó—. Ellos deben saber dónde mierdas está Jos.

[...]

Después del viaje, nos encaminamos a un hotel, no muy caro pero tampoco tan barato. Tenía una vista increíble hacía el mar.

Durante el tiempo que estemos aquí espero que obtengamos buenos resultados.

—Hermosa vista, ¿no? —me dijo Freddy recargado en el barandal del balcón.

—Si, se ve bellísimo. —dije sin despegar la vista hacía la playa.

—Tal vez, el ande por estos rumbos. Todo estará bien. —palmeó mi espalda.

—Eso espero. —susurré.

—Iré a dar una vuelta por las escolleras —me avisó—. No creas que voy a pasear, o bueno, sí —se rio—. Solo quiero conocer un poco la ciudad, ¿vale? Obvio no me olvidaré de buscar a José.

—Freddy, no creo que Jesús...

— ¿Qué no creo yo? —intervino nuestro manager—. Alonso, ¿tienes algo que decir?