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Narra Lydia

Baje a la comida con mi mamá y su pareja, yo estaba hasta el otro extremo de la mesa, jugando con mi plato el cual tenía unas aceitunas.

- Lydia, podrías hacerme el favor de comer? - habló mi mamá sacandome de mis pensamientos, alce la vista y empuje el plato.

- Esto es una mierda. Aceitunas? Ni que fuera una niña de doce años. - dije enfadada.

- La comida la preparó moira, la asistente, asi que no seas grosera. - termino por hablar mi mamá.

Moira es una anciana con cabello rojizo, es algo extraña y aún que a mamá no le agrada que alguien mas haga las cosas del hogar, moira siempre insiste en trabajar y realmente no hay de otra.

- Pues dile a la sirvienta que preparé mejores cosas para al almuerzo. - me levanté de la mesa.

- No te vas a levantar de la mesa hasta que te termines las malditas aceitunas. - por primera vez henry dijo algo. Lo mire con una ceja alzada, el habia levantado la voz, por su rostro, podría notar que ya estaba cansado de mi y de mi actitud.

Y sinceramente, yo también estoy cansada de ser yo.

- Ah si, y quien me lo dice? El hombre desesperado por una hija que no es de su sangre, y se tuvo que meter con mi madre para poder tener una? - dije retandolo. Mi mamá colocó sus manos sobre su rostro.

- Estoy harto de tú actitud repulsiva, eres dramática, incontrolable y haces lo que se te da la gana. Te aprovechas de tu madre, y aún que yo no sea tu padre, merezco respeto. - henry se levantó de su hogar. - Le pediré al vecino harmon que te de por lo menos unas cuantas seciones de terapia, a ver si podemos comprender tu actitud

Frunci el ceño, me ven como una loca?

- Acaso me ven como una loca? - pregunté mirando esta vez a mi mamá, quien se limitó a hablar.

- Hija, tomas pastillas para dormir, y para calmar tu ansiedad. - defendió mi madre.

- Pero...sabes que eso lo hago desde que te separaste de papá!, no es una actitud de una niña loca. - repele.

- Bueno, no estas loca, pero necesítamos comprender por que eres tan amargada. Necesitas terapia, y no lo discutiré de nuevo. - mamá se levantó de la mesa y se fue a la cocina con su plato de porcelana.
Mire a henry con desagrado quien suspiró.

Lancé la servilleta de tela sobre la mesa, y salí al patio trasero para poder procesar en lo que se ha convertido mi mamá.
Saqué mi cajetilla de cigarros y tomé uno. Para encenderlo y llevarlo a mi boca.

Por que creerian que estoy loca? Solo estoy enojada con mamá, y con el idiota entrometido de henry.

Si no fuera por el juez, viviría con papá en arizona.

Una lágrima cayo de mi rostro al recordar que todo había sido culpa de mi mamá y su infidelidad con el imbecil de henry. Me quitó prácticamente mis unicas ganas de vivir.
Mi padre y yo siempre fuimos unidos, y ahora el juez se puso de lado de mi mamá y no me dejan nisiquiera tener contacto con mi propio padre. Como si fuese un asesino en serie.

Levanté la manga izquierda de mi blusa, dejando al descubierto mi brazo, ahi se notaban varías marcas de quemaduras.

Quemaduras que me hacía cada que fumaba, y en vez de apagarlo como toda persona normal, lo apagaba colocando la parte encendida en mi piel. Era la única forma en la que sentía dolor y creía que podría aguantarlo.

Asi me he mantenido durante este tiempo, y hoy no fue la excepción.
Puse el cigarro encendido sobre mi brazo, lo apreté y en segundos se apagó. Quizás me ardía, pero a los segundos me olvidaba del dolor, parecía ya no sentirlo.

- Y crees que no necesitas un terapeuta. - escuche aquella voz, la voz de tate, di un pequeño salto asustada y lance el cigarro apagado al pasto. Salió de donde estaba y se colocó frente a mi.

- Que haces aquí tate. - dije molesta. Ahora probablemente no era el momento para hablar con alguien.

- Bueno, por lo menos no me llamaste dave o...drake. - dijo tate como si eso fuera a hacerme reír.

- Al grano.

Tate se sentó en la misma barda donde yo estaba después de quedarse frente a mi. De un tirón observó mi brazo y suspiró.

- Si no son cortadas, son quemaduras. - murmuró. Yo alce una ceja. - El dr. Harmon probablemente te ayude a no irte por otro camino, deberías por lo menos ir a una sesión.

- Pero no estoy loca, solo necesito que mi mamá me ponga mas atención, qué henry deje de querer ocupar el puesto de mi padre...y que mi padre y yo volvamos a tener comunicación. - volvi a tomar un cigarro y lo encendí, tate me lo arrebato antes de que lo llevara a mi boca.

- Los padres son una mierda. Pero no por eso debes hacerte daño. - continuó. - yo tenía una amiga. - dijo mirando al frente desviando sus ojos a las flores que mamá se ponía a regar. - tomó demasiadas pildoras por la ausencia de sus padres...bueno, problemas familiares, y ya sabrás el resto.

La chica se mató, y?

- Lo siento, pero, no me quiero suicidar. - dije bajandome de donde estaba. - No todavía.

Tate camino atrás de mi.

- Una sesión. El me atendió y creo que ya avancé mas. - dijo tate insistiendo.

Solo sería una, probablemente asuste al dr. Harmon y huya de mi.

Como la mayoría lo hace.

- Si, claro. - dije entrando por la puerta de atrás a casa, e ignorando la presencia de henry.

Evergreen - Tate Langdon (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora