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Narra Lydia

Me encontraba en la esquina de mi habitación dibujando cosas sin sentido, aún que realmente eran garabatos.
Escuche que alguien tocaba la puerta y alce la vista, era henry, rode los ojos.

- Se que soy el que menos quieres ver en este momento. - dijo desde la puerta. - Puedo? - preguntó señalando mi habitación, alce ambos hombros.

Este entro a mi habitación y se sentó igual en el suelo quedando frente a mi.

- Sueltalo, no quiero escuchar consejos paternales, no eres mi padre por favor no lo intentes.

- No quiero ocupar el puesto de tu padre. Quiero que estemos a mano lydia, quisiera que por lo menos dejes de rodarme los ojos cada que puedes. - aún que se notara sincero, no me tragaría ninguna de sus mentiras.

- Mamá te lo dijo? El doctor harmon cree que soy una psicopata. - solte una risa.

- No lo eres, solo creo que eres una niña que no comprende muy bien la situación. Estoy haciendo lo posible para poder entenderte, en especial yo...quiero tener por lo menos una buena amistad contigo.

Suspiré y lance el color rojo que traia en mi mano al suelo.
Le entregué el dibujo al idiota de henry y salí de mi habitación.

- No me interesa hablar contigo. - dije

Baje las escaleras rápido, tomé los cigarros que había dejado en la mesa y sali al patio trasero, aquello era como una salida de mi mundo. Aún que mi mundo realmente era este.

- Pareces una loca obsesionada por el cigarrillo, comencé a sacar teorias de que no sabes fumar. - se acercó tate de la nada a mi y se sentó donde yo estaba.

- Ahora qué quieres. - dije molesta.

- Creo que tenemos muchas cosas en común. - dijo riendo, yo lo observé mal, esto no tiene nada de gracioso.

- ah si? Te ven cara de psicopata? - pregunté, el se quedó en silencio.

- Y de muchas otras cosas más. Pero, bueno, estuve analizando, tu madre es una completa loca igual adicta al tabaco como tu, mi bella rubia, y tu padrastro se ve que no te quiere ver en el mismo asunto que tu madre, creo que realmente le importas.

Me dijo bella? Wow...

- No entiendes tate, no es fácil mudarte con el novio de tu madre después de conocerlo dos días antes. Es un fastidio, intenta protegerme como si fuera su hija de sangre, - dije llevando de nuevo el cigarro a mi boca.

- claro que si entiendo, mi mamá se mudo con un tipo que nisiquiera ella amaba - tate largo un gran suspiro.

Al parecer no somos muy diferentes después de todo.

- Las madres entonces son unas perras, bueno, no todas, solo las nuestras. - dije riendo, mientras que tate imitaba mi acción.

Fuera de todo, tate parecía agradarme mas de lo normal, es cierto que lo conozco hace como tres dias, pero eso da igual, ha comenzado a casi preocuparse por todo lo que hago haciendo a un lado su extraña cara de psicopata que luego cambia a una de niño tierno. Me agrada y mucho.

- Cuando piensas ir a la escuela? - preguntó tate observandome esta vez.

- Ojala que nunca, lo único que quiero es quizas salir huyendo de aquí y vivir por mi propia cuenta, o salir a buscar a mi papá...al verdadero. - dije mirando al arbusto lleno de flores blancas.

- No te vayas, entonces ya no podré verte. - continuó tate.

- Por supuesto, mira, si dices odiar a tu madre podrías venir conmigo. - le sonreí dandole un leve golpesillo en el brazo.
Tate dio una pequeña risa que en segundos desapareció.

Evergreen - Tate Langdon (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora