15.- Desastre

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Dove

¡Doff! —grita Leah cuando llego a su habitación después de haber ido al baño.

No tardé ni cinco minutos desde que la revisé por última vez y ahora está despierta y llena de energía, lo que me parece increíble ya que no quería despertarla y que esté de mal humor. No he interactuado mucho con Leah, pero hasta ahora ha sido una niña fantástica y espero seguir teniendo esa imagen en mi mente. Le doy una sonrisa de labios cerrados.

—Hola, princesa Leah.

Sus ojos brillan cuando me acerco a la cama y me inclino para darle un pequeño beso en la frente.

Jolie, quien he descubierto que es su niñera y la cuida la mayor parte del tiempo cuando no está Logan, me sonríe como saludo al entrar en la habitación y va directamente a la cama de Leah para sacarla de ahí y la sostiene contra su cadera.

—Vamos, Leah, tienes que bañarte —dice Jolie y Leah se queja.

—Nou.

—Hum... ¿Está bien si desayuna primero? —pregunto y Jolie me mira.

—Iba a aprovechar el tiempo en que ella está en la bañera para preparar su desayuno, señorita Garden —agacha la cabeza como si estuviera avergonzada—. He llegado un poco tarde hoy.

Le sonrío para hacerla sentir más cómoda.

—No te preocupes, de eso me he encargado yo esta mañana.

Jolie me mira con atención.

—¿Está segura que está bien? 

—Sí, ¿Logan no te ha informado nada?

—No he tenido tiempo de revisar mi teléfono, señorita Garden.

—Dime Dove —le corrijo con una sonrisa y Leah se lanza de los brazos de Jolie cuando abro los míos y le pido que venga conmigo—. Y quedé con Logan que la cuidaría hoy. Estaba pensando en salir todo el día, por lo que no sé qué funciones te daría Logan por el día de hoy.

Leah se aferra a mi cuello y apoya su cabeza en mi hombro. Le devuelvo el abrazo, intentando no morir de ternura.

Jolie saca su teléfono y lo revisa, no me pierdo la sonrisa de alivio que intenta disimular.

—El señor Jones me ha dado el día libre hoy —murmura y su sonrisa puede más en la batalla, por lo que sonríe grande—. Perdón por el atrevimiento, pero necesitaba el día libre.

—¿Alguna razón en especial?

—Voy a un curso de enfermería infantil y tengo mucha tarea.

—Pues te deseo suerte con tu tarea

—Pero ordenaré la habitación de Leah antes de irme y prepararé su baño —dice, metiendo el celular en su bolsillo—. Además, le facilitaré mi número por si Leah necesita algo.

Le sonrío de vuelta y sacó el teléfono del bolsillo de mis pantalones de pijama. Anoto su número junto a su nombre y me despido de ella al igual que Leah. Jolie nos sonríe y me pregunto que edad tiene, luce demasiado joven, casi como una adolescente.

Voy con Leah hacia la cocina, la pequeña en mis brazos y abrazada a mí.

—Quiero panqueques —dice algo parecido, pero eso es lo que le logro entender.

—Lo sé —me rio.

—Con chochoate y lado —lo que creo que significa "chocolate y helado".

—Eso lo pensaremos para después —digo, porque no pienso darle esa bomba de azúcar a una niña de dos años y medio, y que además acaba de despertar.

Mi Mejor Problema (AD #3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora