Mi Mejor Problema (AD #3)

31.- Siempre

Dove

Mis parpados se abren cuando un rayo de luz se filtra entre mis sueños y mi oscuridad. Intento estirarme, pero me es imposible, no tengo fuerzas para hacerlo, mis músculos protestan y solo me quedo sobre la cama sin saber como moverme por voluntad propia, pero por alguna extraña razón, esta sensación de dolor se siente demasiado agradable.

Froto mis ojos y los recuerdos de la noche anterior se van filtrando en mi mente tan rápido, ni siquiera he despertado del todo. 

Lo hicimos cinco veces. 

Bueno, seis si contamos el polvo rápido en las escaleras. 

Debimos haber roto un récord o algo, no es posible que lo hayamos hecho tantas veces en una sola noche sin morir, aunque sí nos desmayamos justo después del último polvo, lo sé porque me siento particularmente sucia en esa zona de mi cuerpo y ya me está resultando incómodo.

Es curioso, creí haber sido follada antes... Logan realmente es una bestia. 

Todas las seis veces lo hicimos sin condón. Se vino dentro de mí y fue la mejor sensación que jamás pensé experimentar.

No tengo que ir corriendo a la farmacia gracias a su vasectomía y eso creo que me alivia demasiado, tanto que me da ganas de volver a hacerlo una y otra vez.  Anoche lo hicimos una y otra vez, pero esta mañana creo que no fue suficiente.

Me duele cada músculo de mi cuerpo, incluso aquellos que no sabía que existían, pero aún así me siento satisfecha, complacida y feliz. 

Mis ojos se abren del todo y volteo mi rostro hacia Logan. Está acostado boca arriba, pero su rostro está volteado en mi dirección e incluso puedo sentir su aliento en mi hombro. Sus ojos están cerrados y sus pestañas ligeramente rizadas revolotean contra sus pómulos. Sus mejillas están sonrojadas, sus labios entreabiertos, dejando escapar su aliento. Su pecho sube y baja con cada respiración. Es realmente hermoso de ver.

Me lo quedo mirando por lo que se sienten como horas, iniciando mi día con mi actividad favorita. Nadie en este mundo sabe lo mucho que disfruto verlo dormir, lo que siento cada vez que veo esa expresión pacífica en su rostro. Siempre anda con una arruga en medio de sus cejas o con una mueca en sus labios, pero ahora luce tan... tranquilo. Amo cuando está así, amo la expresión que hace cuando está soñando y no teniendo pesadillas. Constantemente me pregunto qué es lo que sueña, pero Jessica una vez me contó superficialmente sobre su padre y puedo hacerme una idea de como fue su infancia y el por qué ambos despiertan a la mitad de la noche gritando como si estuvieran dentro de una película de terror. 

Me giro para encararlo y subo una mano para tocar su mejilla, la corta barba de un día me hace cosquillas sobre la palma. Logan suspira entre sueños y sigue durmiendo mientras yo me dedico a adorarlo. 

Cuando inició el verano, estaba dispuesta a dejarlo ir, a no volver a enamorarme de él y perderme a mí misma como lo había hecho desde que lo conocí, era lo lógico por hacer para no volver a salir herida. Sin embargo, con Logan no existe la lógica, no existe el bien o el mal, tampoco lo caliente o frío. Con él no tengo elección porque cada decisión que tome me llevaría de vuelta a él. Era inevitable no caer por Logan Jones y una parte de mí lo sabía.

Y por primera vez, estoy segura de que él siente lo mismo.

Me mira de la misma manera en que yo lo miro a él. Me habla con cariño, como yo le hablo a él. Se fija en el más mínimo detalle, me pone atención como si fuera la cosa más preciada del mundo. Él... realmente me ve ahora, al fin está viendo quien soy en realidad.

Sé que no lo dirá, tampoco quiero que lo diga si él no se siente listo, pero sé lo que está sintiendo. Lo puedo ver cuando me mira, lo puedo ver en sus ojos cuando hacemos el amor.