Mi Mejor Problema (AD #3)

21.- Rechazar

Dove

Amar a Logan Jones siempre había sido difícil, siempre había sido un reto porque él no es la clase de chico que le gusta ser amado. Logan Jones es la clase de hombre que prefieren que los demás lo odien, porque es más fácil lidiar con el odio que con el amor. Aprendí eso de él cuando lo conocí, y aunque supe que odiarlo era demasiado fácil, preferí irme por el camino difícil y amarlo con todo mi corazón.

No me sorprendió haberme enamorado de él, la primera vez que lo supe fue cuando me rechazó en el instituto. La segunda vez que lo admití, fue en tercer año de la universidad, antes de salir con Dean. Y esta es la tercera vez que puedo admitirme a mí misma que lo único que siento por Logan Jones es amor puro, sin odio, sin rencor, solo amor por él. Así que el haberme dado cuenta de lo mucho que lo quiero mientras lo beso, no es lo que me toma por sorpresa. Ya lo he admitido antes y siempre lo he sabido.

Lo que me toma por sorpresa es lo fácil que he logrado abrirme con él.

Dejé que me sostenga en sus brazos mientras me rompía, dejé que vea la vulnerabilidad en mis ojos y ahora estoy dejando que me lleve a la cama una vez más. Es el único chico con el que he tenido sexo en mi vida, el único chico en el que he confiado lo suficiente como para que me vea desnuda y pueda tocarme. Jamás había llegado hasta ese punto con un chico, por eso los chicos siempre me dejaron, pero con Logan simplemente sucedió, así de fácil.

Amarlo es difícil, pero al igual que odiarlo,  hacer el amor con él es demasiado fácil. Solo tiene que mirarme con sus ojos grises y en cuestión de segundos ya me tiene lista para él, rogando a que me tome.

Y cuando me besa de esa manera como me está besando ahora... yo ya me encuentro perdida y completamente absorbida por él. Para mí solo existe Logan ahora.

Y al parecer, a él le pasa lo mismo.

Mientras me besa y me lleva en sus brazos por la sala de estar, me permito imaginar que no sólo me desea con la misma intensidad que yo lo hago. Me imagino que él podría estar enamorado de mí como yo siempre lo he estado de él. Me permito lastimarme a mí misma al pensar que no solo vamos a follar, sino que vamos a hacer el amor. Quiero creer que no será sólo sexo vacío, que no me está usando para satisfacerse, sino que me hará el amor porque quiere estar tan cerca de mí como nuestros cuerpos nos lo permiten.

Porque mis sentimientos por Logan Jones nunca se han ido. Esta tarde lo confirmé. Confirmé que lo amaba tanto como la primera vez que lo vi cuando mantuvimos nuestra conversación en el porche. Y él no sabe cuánto desearía de que al fin me correspondiera. No sabe lo que yo daría para que él me amara.

Pero sé que él no lo va a hacer. No lo ha hecho en cinco años, ¿por qué lo haría ahora?

Sé que estoy siendo una idiota, pero si sexo es lo único que puede darme, lo tomaré y me aferraré a esto con todo lo que tengo. Por lo menos por esta noche. Mañana ya podré pensar sobre qué debo hacer, pero ahora voy a dejarme llevar por el chico del que siempre he estado enamorada.

Entra en un estudio, sé que es su despacho porque queda junto a la doble puerta de cerezo que lleva al de su madre. Entramos y recuerdo que antes de que Logan se gradúe de abogado hace un año, este lugar era ocupado como un gimnasio de yoga. Jessica y yo nos sabíamos ocultar aquí para beber alcohol y yo la veía fumar hierva mientras que bebía para intentar alcanzar estar tan ebria como ella.

Logan cierra la puerta de un portazo y me pega contra la misma, besando mi cuello y sus manos metiéndose en mi camiseta. Sus labios se sienten muy bien mientras besa el punto sensible de mi cuello. Cierro los ojos, disfrutando su toque en mis pechos desnudos y como sus dedos juegan con mis pezones.