Mi Mejor Problema (AD #3)

24.- Hermano

*Sé que es el capítulo le pertenece a Logan, pero es necesaria la introducción de Dove.*

Dove

Mi hermano mayor se fue de casa cuando él a penas tenía dieciséis. Es muy inteligente, herencia de mi madre, así que terminó la secundaria muy rápido y obtuvo una beca en la universidad de Portland. Me rompió el corazón cuando se fue, yo apenas tenía doce años, pero me sentí tan feliz cuando me indicó que su casa estaba en medio de Salem y Portland, a solo cuarenta y cinco minutos de distancia. Mantuvimos el contacto, a pesar de las limitaciones que mamá ponía en casa sobre mí, y cuando dejaron de educar e en casa y fui al instituto, era mucho más fácil verlo.

Luke es el primer hijo de mi madre, por ende es muy mayor para mí, con cinco años de diferencia, pero eso no era un impedimento para que ambos nos llevemos muy bien. Era la persona que me hacía sentir que pertenecía dentro de esa casa. Él me cuidó, me defendió, fue la única familia que tenía cuando no veía a papá. Por eso lo quiero tanto.

No puedo evitar sonreír cuando lo veo y fajo del taxi tan rápido como puedo. Él me mira, parado en el muelle y dando la espalda al lago. Es alto y delgado, cabello casi blanco en la cima de su cabeza, ojos azules como el océano, piel pálida y un rostro andrógino, ese es mi hermano. Si no fuera un escultor con una galería en ascenso, bien podría ser un modelo de alta costura. También es un nerd y sabe muchos datos que a la mayoría de la gente no le importa, por eso las personas que gustan del sexo masculino siempre se interesan por él.

—¡Dobby!

Luke viene corriendo hacia mí, atrapándome en un abrazo y levantándome del suelo. Empiezo a reír, con lágrimas en mis ojos que logro contener antes de que caigan por mis mejillas. He extrañado a Luke muchísimo, a pesar de que lo veía cada seis meses.

—Te he extrañado —le digo cuando me pone sobre mis pies—. Veo que Londres
te está haciendo bien.

Luke se mudó a Londres el año pasado para abrir su galería, pero aún así pudo cumplir su promesa de visitarme una vez más.

Se encoge de hombros.

—No me quejo, es lindo —dice y aparta mi cabello de la cara como siempre lo ha hecho, eso me hace sonreír—. Sabes que me gusta Oregon por su clima y en Londres rara vez Dios nos bendice con la luz del sol, así que estoy bien.

Entrelazo mi brazo con el suyo y empezamos a caminar por el muelle. Puedo ver el castillo de los Jones desde aquí, al otro lado del lago.

—¿Y eso es todo?

—Bueno, las inglesas creen que soy el rubio estadounidense tonto y sexy, así que saco provecho de eso.

Se queja cuando golpeo su hombro, pero ambos reímos y es como si fuera una niña otra vez y él fuera mi hermano mayor, al que he admirado muchísimo desde que tengo memoria.

Siempre quise ser como él. Sacaba buenas calificaciones en el instituto gracias a él, me esforcé muchísimo gracias a que él me apoyó desde siempre con mi sueño de ser músico. Sin él, es probable de que no tenga la carrera que estoy formando ahora. Sin él, tal vez no esté haciendo lo que amo.

—¿Haz visto a mamá? —pregunto después de varios segundos en silencio mientras damos un paseo.

Siento sus ojos sobre mí, yo solo miro al frente mientras espero su respuesta.

—Sí —dice en voz baja—. Me he quedado en casa, aunque ahora me arrepiento. No recordaba lo molestos que son Danna y Louis.

No respondo, solo camino en silencio y sé que me está mirando.