Mi Mejor Problema (AD #3)

26.- Muñecas

Logan

No debería sentirme así.

Debería poder comer con tranquilidad, dormir sin pensar en nada, trabajar con la mente enfocada. No debería estar pensando en Dove todo el tiempo, joder. No entiendo qué diablos está pasando.

No es sólo el sexo. El sexo es jodidamente bueno, pero me asusta el hecho de que no sea lo único que me atrae a ella.

En estos dos días en los que me mandó a la mierda, no he podido dormir sin soñar en ella, no he podido comer, no he podido concentrarme en el trabajo o cuando estoy jugando con mi hija. Extraño a Dove.

Verla entrar al gimnasio hace solo unos minutos, después de dos días de contacto cero, me hizo caer en cuenta de lo mucho que yo la...

Que yo...

Lo mucho que me gusta.

«Deja de ser un cobarde y ya admítelo.»

No... no estoy listo, aun no.

Me paso una mano por el cabello mientras enciendo la licuadora y ese sonido horrendo me ayuda a no pensar en nada más que no sea en mi batido de proteínas. Me he puesto ya una camiseta y he secado mi sudor con la toalla que tengo colgando de mi hombro. Al ver que ya el líquido verde está listo para ser consumido, detengo la licuadora y coloco el líquido verde en un vaso de cristal que estaba sobre el mesón.

Doy un sorbo, respirando con normalidad al por fin tener la mente en blanco... hasta que veo a través del cristal y está Dove caminando junto a Jessica en el jardín, ambas regresando a la casa.

Pero esto es lo que pasa cuando veo a Dove, ella es la única que existe cada vez que la veo. Puedo ver como la camiseta de algodón se pega a su cuerpo curvilíneo por el sudor. Esos leggins hacen ver a sus piernas kilométricas.

Su cuello está expuesto porque si cabello rizado va atado en un moño despeinado, lo que también deja expuesto su rostro sin maquillaje, puedo ver su sonrojo desde aquí.

Joder, es tan hermosa...

Tal vez no esté listo para admitir muchas cosas, pero siempre he creído que es la chica más guapa que he conocido en toda mi vida, y que probablemente no hay nadie que se iguale a ella. Sin embargo, ahora es mil veces más guapa que antes y eso no me ayuda con mi pequeño enamoramiento.

«¿Pequeño enamoramiento?»

Hago caso omiso a mi subconsciente y sigo mirándola.

Cuando era más joven, era más delgada y lucía más pequeña, inocente, me gustaba mucho, pero ahora me prende de una manera que no creí posible. Tiene todo su cuerpo distribuido donde debe estar, unas caderas infernales y una cintura que adoro poner mis manos. Es mi jodido sueño húmedo, la clase de mujer que siempre he querido tener en mi cama.

Pero no solo quiero eso con ella y ese es el problema. Así como quiero acostarme con ella, quiero salir con ella. Quiero besarla todo el puto día, aun así no vayamos más lejos. Quiero hablar con ella de todo y de nada a la vez. Quiero escucharla cantar y componer música porque es lo que ella ama hacer. Quiero que siga pasando tiempo con Leah. Quiero tener una cita y que pueda conocer las cosas que oculto al mundo. Quiero que sepa mi verdad, que me conozca de verdad.

Quiero que me ame, que no tenga miedo a decirlo y que no lo diga solo en sueños.

Y también quiero llegar a encarar mis propios sentimientos.

Porque yo... así no lo admita, siento algo muy fuerte por Dove.

En serio, es demasiado.

Casi siento que no puedo respirar cada vez que la veo.