Mi Mejor Problema (AD #3)

68.- Elegir

Logan

Me despierto gracias a la luz del sol que se filtra por la ventana. Froto mis ojos con ambas manos y pestañeo un par de veces para acostumbrarme a la luz. Estiro una mano para tomar a Dove entre mis brazos, pero encuentro su lado de la cama vacío. Me siento de golpe, preguntándome si fue un sueño todo lo que pasó el día de ayer, pero la sábana aun se encuentra caliente, lo que significa que ella se acaba de levantar y no pudo ir tan lejos.

Me estiro antes de ponerme de pie e ir a mi armario. Tomo ropa interior limpia de mi cajón y unos pantalones de chándal antes de ir al baño y lavarme los dientes. Limpio mi rostro, me coloco crema humectante y peino mi cabello antes de pasarme los dedos por el mismo para darme un aire de "recién levantado". No sé porqué me encuentro tan nervioso, pero lo que menos quiero es que Dove cambie de opinión y se arrepienta de volver conmigo, así que voy a hacer todo lo posible para verme sexy para ella.

Coloco aceite de bebé en mis abdominales y pectorales, haciendo que estos brillen. Me miro al espejo y hago una mueca. Siempre he sido vanidoso, pero jamás había estado tan desesperado por gustarle a alguien como ahora.

—Felicidades, Logan —murmuro, mirándome al espejo—. Te convertiste en los idiotas de Travis y Jake.

Salgo del baño y de la habitación. Al llegar a las escaleras, sonrío y respiro con alivio al escuchar música proveniente de la planta baja. Sigo el sonido hasta llegar a la cocina.

La música es muy alta, una cursi canción pop de Taylor Swift que generalmente no hubiera escuchado de no ser porque Dove está tarareándola y bailando ligeramente. Me apoyo en el umbral de la puerta, mirándola y sin poder creer que esta mujer tan hermosa, sexy y maravillosa sea mía.

Está usando una de mis camisas color negra, y cuando se estira para ver algo de la alacena, me doy cuenta de que no trae bragas. Sonrío al ver que tiene la marca de mis dientes en su culo todavía. Anoche hicimos muchas cosas…

Me acerco a ella en silencio y se tensa cuando coloco mis manos en sus hombros y pego mis caderas a las suyas. Mi polla se frota con su culo desnudo y no puedo evitar ahogar un gemido cuando mueve ligeramente sus caderas para frotar mi miembro con sus nalgas.

Dove suspira al sentirme y deja caer su cabeza en mi hombro con una risita.

—Buenos días, mi novia —murmuro en su oído antes de pasar mi lengua por su cuello.

—Buenos días, novio —murmura, jadeante.

—¿Qué haces aquí sola?

—Te veías tan cansado que no quise despertarte —dice en un suspiro cuando mi mano intrusiva baja por su cuerpo y acuno su coño en mis manos—. Estoy haciendo el desayuno —anuncia, pero, aun así, abre más las piernas para mí.

—Puedes hacer el desayuno mientras te hago venir.

Gime cuando acaricio su clítoris con delicadeza, sin embargo, sigue haciendo lo que estaba haciendo, mezclando algo en un bowl o yo que sé, cuando mi dedo entra en ella, he olvidado todo y mi única misión es hacer que se corra.

Sus manos se congelan cuando introduzco otro dedo en su interior y deja de batir, pero no suelta la cuchara de madera o el bowl. Está chorreando, lista para algo más que mis dedos y no soy nadie para negarme a lo que él cuerpo de mi mujer me pida. Me retiro el pantalón junto con la ropa interior, revelando mi endurecida polla y Dove apoya sus manos en la encimera, levantando su culo para facilitar mi acceso. Llevo mi miembro a su coño brillante y la penetro de una sola estocada, provocando que pegue un grito de placer y arquee más su espalda. .

Salgo y entro de ella con fuerza y rapidez. No tengo que hacer mucho, sus manos se aprietan en puños y su cuerpo cae sobre la encimera, su pecho sobre el frío mármol blanco, corriéndose a mi alrededor y haciendo un desastre húmedo en el suelo. Tengo que cerrar los ojos, aferrarme a ella y apretar el culo para no seguirla de inmediato. Se inclina, dándome más acceso a su precioso culo redondo. Acaricio su nalga antes de golpear suavemente con mi mano, robándole un gemido cansado. Apenas se está recuperando de su duro orgasmo.