Capítulo 1

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18 de septiembre del 2021
Hora: 10: 47 am

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Me desperté con un dolor de cabeza insoportable y sin hablar de la resaca que tengo, no recuerdo como llegué aquí, sólo tengo vagos recuerdos pero no son muy claros, en uno de ellos se que estaba Dylan, Jhon, y Mariana pero no son muy claros , es que tome como si el mundo fuera a acabar. A veces la vida se vuelve una mierda en un momento u otro.

-Mely,- escucho una voz que me llama através de la puerta .

-¿Mely estas despierta?- repite al no tener respuesta, no se que peor reconocer la voz de la persona que me llama, o que aumenta mi dolor de cabeza con cada golpe que le da a la puerta, maldigo en voz baja.

-Mely abre la puerta por favor necesito hablar, es importante. - Lo escucho decir; me levanté con toda la flojera del mundo sólo quiero que se valla y me deje dormir que la resaca me está matando.

Cuando abro la puerta de una ves por todas, lo veo eso ojos marrones iguales a los de Dylan y míos que por desgracia hemos heredado, no está muy cambiado de la última vez que lo vi, hace más de 10 años que no vive con nosotros pero sigue igual, aunque ya se le puede apreciar algunas canas y arrugas en su cara, trae su cabello todo revuelto y una cara de pocos amigos, lo que no entiendo es que demonios hace el aquí, ya que el no dice nada, y yo rompo el silencio.

-Se puede saber que diablos haces tu aquí- le digo con algo de molestia, y cada palabra sale con odio.

-Mejor dime como terminaste ebria hasta el culo a noche-, yo lo miro sorprendida ¡como demonios! sabe, al ver mi cara el continúa hablando.

-Tu amiga Mariana llamo esta madrugada al telefono de la casa y gracias a Dios yo conteste y no tu madre .

No le respondo nada, ya entiendo como llegué a mi cuarto está madrugada, pero sigo sin enterde que hacía el en la madrugada en casa de mi madre, si desde que se separaron escasas veces nos vesita.

-¿Donde está mamá o Dylan,?¿ y que haces tu aquí?.

-Pequeña tienes que ser fuerte- y es lo único que dice y veo que se le salen lágrimas de sus marrones ojos y supiera.

-¿Donde está mamá o Dylan? repito la pregunta aunque estoy segura que la respuesta no me va a gustar.

-Mely, Dylan está muerto, la policía me ha llamado está madrugada para avisarme que habían hallado un joven muerto serca del puente, con el nombre de Dylan Sánchez, yo salí corriendo para acá y tu mamá ya estaba destrozada le dio una crisis y en estos momento está hospitalizada y está con calmantes.

Yo estaba parada ahí escuchando cada palabra que decía el hombre que un día llame padre. Pero mi mente repetía una y otra ves ¿Dylan muerto? .

-Esto es una puta broma, - le digo un poco alterada, negando con la cabeza.

-Lo sé pequeña, es difícil de entender. Cuanto quisiera yo que esto fuera una broma de mal gusto' pero no es asi ¡Dylan está muerto!.

-No me digas pequeña, hace mucho que perdiste ese derecho, y Dylan no está muerto, Dylan no está muero vuelvo y repito.

Siento como si a mi corazón me lo apretarán, me siento ahogada sin poder respirar.

-Calmate si, tienes que ser fuerte.

-CÁLLATE - le gritó -DYLAN NO ESTÁ MUERTO.

Y el me agarra y me abraza, y no aguanto más y siento como mis lágrimas salen de mis ojos sin poder evitarlo.

-Calmate pequeña todo va estar bien,- escucho que me dice en un pequeño susurro, y yo esto ida pensando como alguien como Dylan este muerto, como pasó de estar conmigo y ahora no está.

El juego de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora