Capitulo 35

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27 de septiembre 2022
Hora: 10:00 am

Mi vida era un tornado de emociones, dónde me sentía basia y rota, tan rota que no habia nada de felicidad en mi, también me sentía sola, y el dolor en el pecho era algo que me impide respirar, es como si el oxígeno no entrara lo suficiente bien en mis pulmones,  tengo miedo de quedar atrapada en tanto dolor. La noche había pasado volando y tanto como yo, Keran tampoco puedo dormir, aunque no podía verlo por la oscuridad sus movimientos me hicieron saber que estába despierto, está mañana apenas amaneció se levantó de la cama, y desde entonces estoy sola en la habitación, mirando el blanco techo llenos de manchas de humedad, estado pensando en muchas cosas y una de esas es en la pregunta que Keran me preguntó; lo amas? . No creo amar a alguien que conozco en tan poco tiempo, solo se que me dolió saber que el era otro mentiroso más en mi vida.

Lágrimas salen de mis ojos y me acurrucó más en la cama, quiero dejar de sentir, y que el dolor desaparezca por completo, pero a la vez tengo miedo dejar de sentir.. son las 10 de la mañana y Keran no aparecido así que vuelvo a ponerme mi ropa y salgo de la habitación, ya con la luz que cuela por las ventanas puedo ver más claro el lugar, la pintura de la paredes se ve algo desgasta, sigo caminando por el mismo pasillo por dónde camine en la noche, hasta llegar a las escaleras, bajo con cuidado al ver que la madera se ve algo vieja y me da miedo que se rompa, doy paso por paso.

— Con esa lentitud llegarás a la hora de la cena— escucho la voz de una chica así que alzó mi rostro para observar el rostro de una hermosa chica de unos de 17 años— Keran me había enviado a buscarte, pero  veo que vienes por tu cuenta, soy Paula— menciona con una sonrisa, me imagino que es la misma Paula que menciono la monja cuando llegamos.

— Soy Mely — digo llegando dónde ella.

— Si ya lo se— dice una sonrisa— mi hermano me lo menciono cuando ordenó que viniera por ti — a hermano, entonces ella es su hermana, yo solo afirmó con un movimiento de cabeza y empiezo a seguirla.— ya todos desayunaron temprano, solo faltas tu— dice aún caminando hasta entrase a la cocina— hemos llegado, ya venía bajando las escaleras — le esplica a Keran que está en la cocina, cocinando sin camisa, joder que buena vista.

— Y que le has dicho Paula, vine muy callada y tranquila, y eso es raro viniendo de ella— lo escucho decir mientras mueve con una paleta algo que está en la cocina

— No seas bruto, no le he dicho nada, pero por cierto es muy linda— el sonríe con el comentario

— Pero es una bestia — dice

— Y tu un idiota — menciono haciendo que Paula se ríe al igual que el.

— Te lo he dicho Paula esta tía es una fiera— yo le saco el dedo del medio y los tres nos reímos por lo infantil que salió eso.

La mañana pasó volando, después de intentar desayunar, conocí a los chicos que son niños de 2 años hasta 15 años,  son alrededor de unos 20,  y hay tres monjas más aparte de la madre Lupe, Paula ha estado aquí toda su vida muy poco sale al pueblo cercano, segun ella su vida y corazón está en ayudar a los niños, ella los enseña a leer y as escribir igual que algo de números, también medi cuenta lo humano y cariñoso que puede ser Keran con los chicos y con Paula hasta con la madres, que lo ven como un ángel, después de comer Keran me trajo a un arrollo ya que los chicos iban a tener lección de música con una de las madre el me quiso mostrarme  más del lugar, en todo la mañana escasas palabras salieron de mi boca, estaba un poco fuera de lugar, pero compartir con los chicos era algo que te llenaba de vida.

—¿ Te gusta?— pregunta, viendo el hermoso paisaje

— Si es muy hermoso, transmite paz — menciono— por qué me has traído aquí y no hablo de esto si no de todo.

El juego de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora