El juego de la muerte

Capitulo 34

Jey

—Joder— grito mientras golpeaba con fuerza la maldita pared de mi habitación, estaba realmente cabreado, no queria que la noche terminará así y menos que mi chamita se fuera con el hijo de puta de Keran.

— Será que te puedes calmar— dice Juancho que está sentado en mi cama— deja de hacerte daño.

— No lo vas a entender Juancho, si lo jodí todo, todo de todo.

—Eso lo entiendo, pero dime qué te dijo La hija del diablo de Hilari— pregunta,  yo me siento en la mesa de noche para verlo a la cara.

— Le dije que no le iba a dar el 50% de nada, pero es terca y llegamos a un acuerdo de que se lleva el 35% y nada más,  hermano después  ella saco un cigarro de marihuana ya preparado y dijo quieres recordar viejos tiempo, soy un idiota cierto ?

— Hay hermano no  solo era un idiota, sino también un gran hijo de puta, porque solo ibas hablar para llegar a un acuerdo no para que te  pusieras a besar no con la tía  esa, pero ya conociendo los sentimientos que aún no súperas, me imaginé que terminarás con ella enrollado otra vez.

— Debería darte las gracias por hacerme sentir peor— digo con sarcásticamente y Juancho suelta una carcajada— te vi con Mariana.

— Que paso hermano estamos hablando de ti, no de mi— menciona pasando su mano por el cuello— que vas hacer si Mely se fue con el chico ese de cabello blanco.

No le respondo y me meto al baño a darme una ducha, ha sido una noche larga que una no termina, mi padre sigue de viajes y los problemas me están lloviendo como granizo;  hace más de un mes no voy a la universidad, la maldita deuda con Brian "Paco", y tenerlo de vuelta en las carreras va hacer un dolor de culo, también tener que darle 35% a Hilari y tenerla Serca de mi es una maldita tortura, porque aunque me cueste aceptar no lo he olvidado del todo, todo es lo que se me viene con la cabra loca de Mely, "solo somos amigos" maldita palabra que dolió más que una pata en los testículos.

Salgo del baño, y Juancho no está por ningún lado así que  me dirijo a la cocina por un poco de agua, la cual me sirvo en un vaso, cuando mi teléfono suena lo dejo sin sobre el mesón.

— Quien habla— pregunto al ver que es un número desconocido.

— No sé si ofender, por no tener mi número agg— su dulce voz me hizo saber quién era

—Qué queria Hilari— podía escuchar su risa seductora su respiración

— A ti

— Hablo en serio, para que llamas— digo ya un poco molesto

— Yo también hablo enserio, Jey te quiero a ti, extraño lo que teníamos, hoy me demostraste que sigues sintiendo lo mismo por mi— menciona ella, me quedo sin palabras y mis ojos van a los documentos que Mely había estado revisando está mañana.

— Clínica, las alas de angel — leo en un susurro

— Has dicho algo— pregunta hilaria que un seguía en la llamada

— Hablamos luego

— paso alg...–— no deje que terminara y cuelgo la llamada

Las alas de angel, que cojones es eso, pienso tomando la hoja en mis manos.......

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Mely

Tenia un poco de miedo, no sabía dónde me llevaría Keran, ya nos había retirado lo suficiente lejos de la ciudad, para no preocuparme, sentía que había perdido la valentía de haber subido en su moto, en todo el trayecto estuvo en completo silencio, así que los nervios de no saber dónde íbamos aumentaba,  preferi cerrar los ojos y sentir la brisa de la noche.