El juego de la muerte

Capitulo 40

.Mely

Mi celebro estaba procesando las palabras de Juancho, ya estabamos  en el coche de Jey, nos dirijamos a la estación de policía, para poder pagar la fianza y explicar a Jey que  Jauncho aún seguía con vida.

En resumen todo lo que sucedió cuando ví que Juancho estaba vivo fue abrazarlo, en tan pocos días se había vuelto un persona importante para nosotras,  ver la reacción de Mariana cuando lo vio fue muy cliche, parecía una escena de una novela turca, pero digamos que no me dió una subida de azúcar, el trayecto a la estación de la policía fue corta y mientras Juancho nos estuvo explicando como se dieron las cosas.

Solo no me encajaba la idea de porque Hilary estaba con Ady, según Juancho ese era el nombre de la chica que encontraba con ella.

—Hemos llegado, creo que debería bajarte y hablar tu — dice Juancho

— Vale— menciono saliendo del coche, camino hasta entrar por una puerta y acercarme a dónde se encontraba unos oficiales de la policía.

— Buenas noches, en qué le podemos ayudar — dice un oficial.

— Hace una hora más o menos han traído a un joven arrestado, quisiera saber cuánto es su multa para cancelar y que le den libertad.

— Nombre por favor .

— Jeyson .

— Jeyson que ?— me pregunta el oficial mientras tecla algo en el computador, no sabía que decir nunca le di importancia saber el apellido de Jey.

— Oh Martínez ese es el joven escandaloso que trajeron hace poco—  menciona otro oficial y yo sentí un poco de alivio, me dice el costo que debo pagar y ya canselado el oficial se levanta y me pide que lo siga—  hey joyita, vienen por ti — grita dándole golpe a la rejas, veo a Jey levantarse del suelo aunque quiso regalarme una sonrisa, no pudo había tristeza en sus ojos, estuvimos esperando que Jey firmara su libertad y le entregaran sus cosas personales para salir de la estación, antes de llegar al auto, toma mi mano y me da un beso en la nariz.

— Debo decirte algo — menciono ya mando su atención— Juancho noo— no puedo terminar de hablar cuando Juancho le da un golpe en el hombro, Jey está como si acabará ver la monja de la película de terror en persona, 5 segundo despues se dan un fuerte brazo, ya todos subidos y  de vuelta al coches sin rumbo a nada, Jey no dejaba de preguntar cómo era posible que su apreciada moto terminará en manos de Paco.

— No puedo creer que me estés preguntando eso — se queja Juancho.

— Era mi bebe— contradice Jey, Mariana se había quedado dormida así unos cuantos minutos.

— Pues es tu culpa, por qué debía a ver llegado a tiempo a la carrera— menciona Juancho.

— No es por nada chicos, pero le debemos a Paco que ustedes esten vivos o por lo menos tu Jey — digo encogiendome de hombros

— Sabe que es curioso — dice juancho— que Paco me entró su chaqueta y que dentro de ella esta esto — dice sacando un paquete de dinero.

— Ese no es el dinero que le ibas a pagar a Paco ? — pregunta Jey y Jauncho afirma soltando una carcajada.

A veces estamos destinados a morir de la manera menos esperada, eso me hizo recordar a Dylan, su muerte aún no la podía entender, también pensé en mi padre, nunca le importamos de verdad, aunque mamá siempre pusiera escusas, creo que nunca le importamos como familia.

Sin darme cuenta me dormí en el trayecto, cuando desperté podía escuchar las olas de mar y algunas voces a lo lejos, abrí mis ojos y visualice que seguia dentro del coche, con mis pies delcazos que seguro Jey me había quitado mis zapatos, decido bajar del coche y caminar hacia donde estaban los chicos y Mariana, los veo a cada uno con una lata de cerveza y y a Jey con cigarro en sus labios...