El juego de la muerte

capítulo 14

Tener miedo no es de débil, debil es aquel que no enfrenta sus propios demonios. 
Dedicado@Norelkis

Mely :

Odio los malditos hospitales ya me duele el trasero de estar acostada en está camilla, sólo quiero salir de este lugar, quiero ir a casa mejor dicho ir a al departamento, después que hable con keran en la mañana medio la misma explicación de Mariana, del  porque es que estoy en este lugar, pero creo  deberían  darme un premio por ser la mejor actriz.

- Listo nena, nos vamos- murmura Mariana entrando a la habitación y detrás de ella viene un enfermero con una silla de ruedas.

-Por fin- mascullo levantandome de la maldita cama, ya casi es de noche.

-Señorita debe sentarse en la silla para sacarla del hospital- ordena el enfermero.

- Que putada, no yo estoy bien, mira- explico dando unos pasó saliendo de la habitación.

- Señorita espera- escucho decir al enfermero  que viene siguiendome, cuando salgo por la puerta del hospital, veo a keran recostado en su auto  fumando un cigarro,  pero él al  verme caminar sólo me sonríe.

- Señorita por favor espera debes salir en silla de ruedas- yo sólo sigo caminado llegando donde está keran.

- Será que puedes borrarte esa sonrisita de mierda - mencionó haciéndolo reír.

Veo Mariana pidiendole disculpa y explicándole al enfermero que no hace falta la silla  de ruedas.

-Porque eres tan terca -maculle keran.

- Tu porque eres tan bruto- le contestó.

Por un corto segundo  me quedo apreciando su maldita son risa, no se que es lo que tanto me gusta ver de el, si su sonrisa o sus ojos.

- Tus ojos color marrón cafe son impresionantes- murmura el

yo hago un gesto y de una me voy a verme en el espejo del auto,  veo que no traigo lentes de contacto, demonios .

- No vamos -dice Mariana 

- ¿Pasa algo?-  pregunta ella y keran se a girado para observarme.

- No -conteste y me subo al auto.

El camino estuvo silencioso, escasa veces Mariana hablaba con el, aunque yo estaba recostada en la ventanilla del auto se que el no a dejado de verme,  cada ves podia sentir  su mirada  sobre mi.

Al cabo de unos segundo llegamos, y subimos al departamento, Mariana muy educadamente invitó a keran pasar, yo de una me fui a mi cuarto, me tiro en mi cama a ver el maldito techo con la espera que se me caiga encima.

- Solo espero que se te cumpla el deseo- murmura keran recostado al marco de la puerta, no me había tomado el tiempo para detallarlo como esta vestido, creo que el día que lo vea con un color que no sea negro y blanco haré una fiesta, trae un pantalón negro desgarrado y algunas cadenas que cuelgan de sus bolsillos,  una franelas blanca con un letras raras, encima una chaqueta de cuero negra, y sin olvidar sus negras y viejas tenis.

Pero todo en el se ve bien hasta ese cabello blanco desordenado, creo que esta más largo que la primera ves que lo vi,  cada uno de sus tatuajes son impresionante,  imposible no llevar la mirada a cada uno de ellos.

- ¿Que cosa?- decido decir.

- El techo espero que se te caiga - dice riendo - es que lo mirabas con anhelo.

- Porque eres tan idiota - murmuro- verdad que eso está en tu ser- digo levantándome de la cama y camino al armario y busco  su franela.

-Me imagino que ya te vas No? - mencionó extendiendo su franela- por que no la tomas - pregunto al ver que no la coje.