Ady:
—Lo has jodido todo— dice bastante cabreado— solo por no tener tu maldita boca cerrada— escupe aquellas palabras antes de darle un trago a su bebida.
—Que querías que hiciera, su tono de burla fue tan evidente— menciono, el se acerca a mi y pone una de sus manos en mi cuello haciendo algo de presión.
— Eres una inservible— el odio en sus palabras me duele un poco.
— Y tu cabron de mierda, no sé que le ven, todos babean por ella.
— Ella es mía— menciona y yo solo me río en su cara y soltandome de su agarré
— Que idiota, ella no es tuya, ni de nadie, ella solo juega con todos, hasta el idiota de Isaac llegó a sentir algo por ella.
— Estás celosa, te da celo ver cómo ella podu con quitar al difunto de Isaac y tu solo le dabas lastima y asco.
— Si viniste a insultarme te puedes largar, estoy cansada hoy tuve que aguantar al diablo para aguantarte a ti.
— No, solo vine a decirte que piense en lo que dices o hagas o mires— estoy arta de recibir órdenes de un lado a otro, pero se que solo debo esperar un poco más y acabar con esta vida de mierda
—Entiendo te puedes largar ya— le abro la puerta para que salga.
— Tenemos un trato que no se te olvide— menciona antes de que yo cierre la maldita puerta.
Camino por mi apartamento y llegó al baño, dónde puedo ver cada golpe de mi rostro en el espejo del lavamanos,- maldito hijo de puta— pienso recordando los golpes que medio el diablo, me desvisto y me meto en la regadera, solo intento pensar en cosas buenas, y no que me siento asqueada, extraño a Isaac y el solia ayudarme a curar mis heridas, siento rodar lágrimas por mis mejillas y la rabia y el recor que siento por la puta de Mely crece más.
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Mely:
Mi mano está estrechada con la mano del recién aparecido Juancho, el cuál tiene un gesto en su cara que dice nos que ostia no hemos metido, Juancho es un chico alto un poco más que yo tal vez un 1, 80 , su piel es entre un color canela, su cabello es algo desordenado pero que lo hace lucir bien, es al delgado pero con su cuerpo definido, no veo ningún tatuaje a la vista, tiene ese aspecto de que me importa una mierda lo que la gente diga, trae una camisas de rayas y encima una chaqueta, sus pantalones son un tono azul desgastado, y calza unas converse negras.
Le suelto la mano y regreso a mi postura, giro mi rostro para ver la sonrisa de diversión en la cara de Jey, hay recuerdo que lo que hice a noche con el recién nombrado, demonios, quiero decir que tengo algo de arrepentimiento, pero en realidad no la tengo, solo tengo preguntas en mi cabeza como; ¿Quien es la chica que se proclama como novia de Jey? ¿Carreras, de que carrera habla Juancho? Y que más me está ocultando mi querido Jey.
— El gusto es mío — menciona Juancho sacándome de mi mente, decido no responder y ir a la habitación de Jey por mi ropa.
Dispongo a recoger mi ropa que está regada por la habitación, me dirijo al baño, no puedo evitar ver las marcas de mi cuello, pecho y caderas, sin olvidar mis muñecas, al trazar con las yemas de mis dedos cada parte marcada es inevitable no recordar todo lo que hicimos a noche, espero que no me pregunte nada, porque no hay repuesta, solo somos amigos que se follan sin ningún título, decido entrar en la ducha y sentí el agua caliente recorrer mi cuerpo, cerrando los ojos, un recuerdo vino a mi mente.
Había salido temprano de la universidad, así que voy a mi cuarto, pero la música en la habitación de Dylan. me hace saber que el también había llegó, sonrió porque el disfruta porner música cuando mamá no está, así que decido ir a molestarlo, tiro la mochila encima de la cama y voy a su cuarto, tomo el pomo de la puerta y la abro.
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El juego de la muerte
Mystery / ThrillerQue pasa si tu vida da un giro que te lleva a romper en mil pedazos, donde te despides de personas que hace parte de tu vida, donde descubres que todo lo que considerastes bello o verdad, era simplemente una mentira. La vida puede llegar ser un ju...