Moonknight: One-shots

Ultimo adiós

Pocas cosas en la vida duelen más que la negación de tu propia vida, del valor que tiene tu existencia. Yo, a los 35 años de estar presente en este plano, sigo sin poder decirles a las personas que me rodean, aunque pocas, importantes, que soy homosexual. Obviamente, incluso los chicos jóvenes tienen ese problema, porque no tiene que ver con ellos o conmigo, tiene que ver con quien nos crío.

Aunque es acertado decir que no me di cuenta de esto hasta ya mayor, diría que tenía 26 años cuando entendí el porqué no podía besar a las chicas, aunque me parecían lindas o simpáticas, había algo dentro de mi que no me permitía estar con mujeres de forma romántica o sexual, pero en cambio, cuando él apareció...las mariposas volaron, los colores eran más brillantes, mi sonría real y mi cabeza entendio todo. Estuve toda la vida presionandome para estar con mujeres, para complacer a mis padres que siempre me pedían que traiga a alguna novia a casa y por mis amigos que me pedían salir de "fiesta", aunque era obvio que iban a bares con cuartos privados. Gracias a él, abrí la puerta de esta realidad que siempre estuvo tapada con valores sociales que no eran los míos. Por eso, no tiene que ver con quien es uno, sino, con quien te rodea.

Para que entiendan quien fue el que me ayudo con las sombras, debo describirlo como alguien fascinante, amable, protector, comprensivo, con valores fuertes...hermoso, bello, dulce, sexy. Es el primer y único hombre al que e amado, amo y amaré, pero deben de saber su nombre para comprenderme totalmente, se llama Marc Spector. No es hermoso ese nombre?, como sacado de una película, donde el galán enamora a la nerd del salón y tienen un romance adolescente igual. Bueno, eso sucedió...pero no a mi.

Estaba terminando de carrera, arqueólogo (no es por presumir, pero tuve la mayor calificación de las últimas 2 décadas), era ayudante de uno de los profesores, estaba llevando muchos papeles a su oficina, cuando de la nada, todos los papeles al suelo.

_Oye, estas bien? No mire por donde iba.

Fue la primera vez que escuché su voz, tomo mi mano y sin nada de esfuerzo me levanto del piso, estaba tan perplejo por su belleza que no pude responder. Sus ojos penetrantes, sus cabellos rebeldes, sus manos grandes y fuertes, que obvio, no era lo único fuerte. Me miró mientras iba apilando los papeles.

_Estas bien?.

_Si, perdón, me sorprendí_me arrodille para ayudarlo a ordenar los papeles_casi nadie está a esta hora en la facultad así que no preste atención, así que, fue culpa mía.

_Y si nadie esta en la facultad a esta hora, porque estamos tu y yo aquí?.

Y ahí esta, mi primer palpitar, las primeras mariposas volando, mi primer sonrojo de enamorado.

_Destino, quizá_ suspire, mientras terminaba de ordenar y volvía a levantarme.

_Marc Spector_ me da la mano y sigo sorprendido con lo fuerte que es.

_Steven Grant.

Luego de eso, nuestra amistad creció. Como yo ya estaba por graduarme, lo ayude con su tesis y tuvimos unas vacaciones de celebración cuando obtuvo el titulo, fuimos a Egipto, el sueño de ambos. Porque no sólo me gustaba él, me encantana su persona, teníamos los mismos sueños, mismas metas, aunque el era mucho más arriesgado y lanzado...creo que esa última característica fue la que generó mi situación actual.

Estábamos cenando en un restaurante, mientras hablábamos de lo hermosas e imponentes que eran las pirámides, le dije que quería conocer mucho más y que podrías levantarnos temprano para salir a caminar por la ciudad, en eso, me doy cuenta de que no me esta prestando atención para nada, sus ojos están puestos en otra persona, en una mujer. Mi corazón se estruja. No dudo ni dos segundos en dejarme solo en la mesa para ir a hablar con ella, no dudo ni dos segundos en irse de ahí sin avisarme y no dudo ni dos segundos en decirme que se iba de nuestro hotel para quedarse en la casa de "Layla".

Pasaron algunos años, y aquí estamos. Yo, parado a un costado de el, con un traje azul claro, mi rulitos decorados con flores y mis manos no dejan de jugar entre ellas. Él parado cerca de mi, su traje negro le queda a la perfección, tiene flores en su solapa y obviamente yo lo peine, así que esta hermoso. Y ahí viene, tan hermosa como la primera vez que la vi...robandome al único hombre que e amado. Ella no lo sabe, pero en el fondo es la persona a la que más odio en esta vida, pero también me odio a mi, por enamorarme de alguien que se que no va a mirarme más que como amigo y ahora, padrino en su boda. Ellos no saben que al míralos, mi alma se va haciendo fragmentos de un amor perdido desde la primera pregunta, desde el primer roce. Marc es como un reflejo en un vidrio, donde puedo verlo, hablarle, amarlo, pero jamás tocarlo, jamás me tocara a mi, jamás me amara de vuelta.

En un susurro, le pido a los dioses que me hagan enamorarme de alguien quien pueda corresponderme, porque este dolor que siento no se lo deseo a nadie y ya esta haciendo demasiado daño a mi corazón.

La ceremonia fue bellísima, ellos se juraron amor eterno y yo decidí que no quería ocultarme más, porque iba dejar que mi amor siga oculto si ya nada peor podía pasar, ya se caso con la mujer de su vida, ya no había nada más que puedan hacer para hundirme más. Así que en el momento en que me pidió ayuda para arreglar su traje (se le salio un botón, es tan torpe aveces), decidi que lo diría, mientras coso un botón de su saco, mientras el me habla de su viaje de luna de miel, mientras habla de lo hermosos que serían sus hijos, le suelto lo último que le diré.

_Te amaba_ sigo cosiendo el botón_ desde el primer momento, desde que tiramos los papeles del seminario, también te amaba cuando viajamos, también te amaba cuando conociste a Layla, también te amaba cuando viniste feliz de la vida a decirme que te ibas a casar_ su cara es un poema, lo hago pararse para acomodar el saco_ no es tu culpa que yo no te haya dicho nada, no es culpa de Layla por ser el amor de tu vida, no es mi culpa haberme enamorado de ti, pero quiero que sepas que todo hasta ahora fue amor, cada vez que venias llorando por un error que cometiste y yo te consolaba, cada vez que necesitabas de mi, cada vez de...todo, fue amor, no amistad. Te amaba y lamentablemente para mi, lo seguiré haciendo.

_Steven, yo...

_No hace falta, solo quería decirlo, ya no tengo más que perder, verdad?_lo abrazo y él no sabe si corresponder o no_ gracias por estar conmigo tanto tiempo, gracias por hacerme sentir amado a tu manera y por muchas cosas más...ahora te dejo ser feliz con la persona que elegiste, espero que sean prósperos y la vida les sonría, se lo merecen.

Comiendo a caminar a la puerta del salón, cuando mi mano es tomada por sorpresa.

_Donde vas? Eres mi mejor amigo, por favor, no me dejes_una lágrima cae al piso, nunca pensé verlo llorar.

_A buscar a quien amar, a buscar a quien me pueda amar, a buscar al amor de mi vida, como tu lo has hecho, Marc.

Lo hago soltarme y corro, corro tanto como me dan las piernas. Corro hasta llegar a la carretera, al darme vuelta, no hay nadie detrás de mí.

_Gracias Marc.

El camino a mi casa fue lleno de llanto y despedidas.