Dos alfas y un omega: Extra

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Cuando tuve los primeros síntomas, los tres estuvimos muy nerviosos, hicimos la prueba. Sostuve la mano de Jake tan fuerte que deje moretones y Steven no dejaba de rezar en silencio. Las dos rayas fueron lo mejor que había visto en mi vida, hasta el momento. Saltamos, lloramos, reímos, nos abrazamos y volvimos a hacer el amor, para recrearlo.

La primer ecografia la hicimos los tres juntos, al principio no querían, porque tenían miedo de que los médicos dijeran algo malo sobre nosotros y me enojara (como siempre) y que algo malo me pase, pero al final decidimos solo decir una parte de la verdad, al final, nuestro bebé es hijo y sobrino. Muchas veces me puse a pensar en porque hacemos lo que hacemos, tantas veces en que nos han dicho que somos fenómenos, ahora traeremos a la vida a un niño que sufrirá exactamente lo mismo pero peor, todo se termina cuando recuerdo que no lo tremaemos al mundo por sufrimiento, lo traemos por amor, adoración y compromiso, solo existe eso entre nosotros y quien no quiera entenderlo, que no lo haga. 

Me encantaba ver a Jake limpiando y a Steven leyendo mil veces los libros de maternidad mientras me masajeba los pies. También las noches donde me acariciaban la panza mientras dormía, tan protectores.

El resto de las ecos fui solo con Steven, ya que Jake insistía en que quería que sea todo una sorpresa y lo viviría sin maquinas raras. Aunque sabemos que en realidad se quedaba en casa para pintar la habitación del bebé. Lo que decidimos era no saber el sexo hasta el parto, eso sí sería una sorpresa para todos sus padres.

Al principio se pelearon por quien era el padre, lo hicimos juntos tantas veces que es imposible saber, supongo que sabremos cuando crezca y muestre la personalidad de su padre biologico, aunque eso no importa, todos somos sus padres.

El pequeño Timotheo nació fuerte y muy ruidoso, Steven perdió el conocimiento y Jake grito tan fuerte que nos echaron la bronca. Pero el parto no fue tan terrible, o creo que lo fue, pero al ver a mi bebe no importo nada más. Nadie sabe esto, pero cuando apenas nació, tenía el olor de Steven, ellos no se dieron cuenta por la euforia, pero yo si. Me pone feliz que sea de él, es más calmado que Jake, así que será una bendición muy calmada y alegre.

Su primeros meses los pasamos como en una nube de amor, había muchos besos, abrazos, susurros tiernos y muchos, pero muchos pañales sucios.

Ahora ya es diciembre, nuestro bebé tiene casi un año, las nevadas llegaron como sus primeros pasos, lentas pero poderosas. Decidimos salir a dar un paseo, papá Steven lo llevaba, esta tan abrigado que parece una estrella pequeña, sacamos muchas fotos antes de salir. Llegamos al parque y lo primero que hace Jake es tirarme una bola de nieve, empezando una guerra, escucho la risa de Steven a lo lejos.

Pasamos una gran tarde juntos, jugando y disfrutando. Acaricio la carita de Tim mientras lo veo dormir, tengo a Jake en mi espalda sosteniendo si trasero y a Steven del otro lado, sosteniendo el culito de Tim para que no se caída de la cama por ningún motivo.

_Se que muchos te miraran raro, muchos serán hirientes, otros no te hablaran pero habrá gente que lo hará, esa gente es la que debes apreciar sus comentarios, porque te lo dirán por amor y no por odio, por favor, no te dejes vencer por lo negativo_ una lágrima me sale sin querer, recordando todo lo que tuvimos que pasar_ te amamos, tanto tanto, mi bebe.

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El arte es de @decalian1 en Twitter

Moonknight: One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora