Moonknight: One-shots

La sala de espera

La sala de espera siempre es silenciosa, los ruidos del exterior son tan leves que los percibes solo cuando ya no quieres pensar en nada más que irte, los ruidos de adentro son tan leves, medidos y pre-estudiados que no podrías decir si los que están sentados son humanos o androides.

Pero hay algo diferente esta vez, un suspiro, uno fuerte y continuo. No diría que es molesto, aunque si es intrigante. Miro a mi madre, quien lee un diario de hace tres días, ella me devuelve la mirada. Con un movimiento de cabeza le doy a entender que quiero, su sonrisa es respuesta suficiente para mi.

Las sillas de aquí son muy altas para mi, pero de igual forma logró bajarme sin caerme. En primera instancia ejecutaría la primer fase de mi plan, que es pasear por el lugar fingiendo que quiero una revista, la segunda fase es sentarme a una silla del creador de los suspiros y por última fase sería hablarle, pero como siempre, nada me sale como quiero.

Mi cordón desatado hace que me caiga antes de llegar a la silla más cercana a él, cosa que me quedar en una posición extraña, mi madre tienta en levantarse pero le sonrio para que vuelva a sentarse. Ahora con un dolor en el mentón y un dolor en la dignidad, leo una revista sobre bodas.

Los suspiros se oyen más fuertes desde aquí, casi como si pudieras ver la estela que humo que deja un dragón luego de rugir. Cuento cuantos segundos pasan de un suspiro al otro y encuentro que hay un patrón poco cuidado, los suspiros son dados sin número o orden, cosa que me hace sentir una picason en ma cabeza, es inrascable, lo odio.

Los suspiros se detienen, cosa que me hace mirar hacia su creador y doy un leve brinco al darme cuenta de que me está mirando fijamente.

Un chico más o menos de mi edad, quizá un poco más grande que yo, tiene ojeras, si piel esta seca y pálida, se ve cansado y triste, pero más que nada enojado. Su cabello está bien peinado hacia atrás, seguro si padre lo arreglo para estar aquí, pero no parece estar cómodo con todo esto.

_Como te llamas, pequeño?_ su voz no era lo que me había imaginado, es muy grabe para alguien de nuestra edad.

_Steven y tu?.

_Jake_ su padre lo mira con enojo, pero no parece importarle_ te vas a casar o algo?.

_Ehm..._quiero responder algo ingenioso, pero eso no se me da_ los pasteles son lindos, podría comer un pedazo de uno de estos.

_Lindo, un pastel es lindo.

_No te gustan?.

_No se.

_No sabes si te gustan?

_Nunca probé uno.

Su padre vuelve a mirarlo, pero esta vez con algo más, además de enojo, hay angustia.

_Spector, tu turno.

La voz de la psicóloga de Jake nos saca casi de golpe de nuestra pequeña conversación, el me mira por última vez antes de sonreír sin mostrar los dientes para luego seguir a su padre dentro del lugar.

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Esta vez apenas lo veo llegar camino hacia su lado, su padre me sonríe, pero el me mira extraño.

Esta diferente, esta vez su cabello no está tan peinado, puedo distinguir que tiene el cabello ondulado, esta algo más descansado y sus ojeras no son tan grandes. Parece mejor.

_Hola_ le digo antes de subirme a la silla a su lado_ como estas?.

El vuelve a mirarme raro, luego mira a su papá quien no le hace mucho caso por estar leyendo una revista.

_Estoy bien, supongo_ su voz es menos grabe ahora, casi normal diría.

_Me alegra oír eso!_ le doy mi mejor sonrisa.