Capítulo XIV

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Por la mañana cuando me levanto tengo varios mensajes de Katy, que me pregunta cómo estoy y me dice la hora a la que pasará a recogerme, y también de Justin, que me pregunta qué tal he pasado el finde

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Por la mañana cuando me levanto tengo varios mensajes de Katy, que me pregunta cómo estoy y me dice la hora a la que pasará a recogerme, y también de Justin, que me pregunta qué tal he pasado el finde.

Les contesto a ambos y me quedo mirando un mensaje de un número que no tengo grabado.

Espero que estés mejor y que hayas pasado un buen finde. ¿Sigue en pie la clase de esta tarde?

Madre mía, ¡es Derek! ¿Cómo ha conseguido mi número?

Sí claro, sigue en pie. ¿Quién te ha dado mi número?

Katy. No te enfades con ella, yo he insistido.

¿Por qué?

Quería saber cómo estabas.

¿Por qué?

Me sorprende que quiera saberlo. A ver, la otra noche parecía preocupado pero de ahí a mandarme un mensaje, me parece raro. No le pega nada.

¿Siempre eres tan curiosa?

No contesto. La respuesta es sí, pero no se lo digo.

No soy un monstruo, tengo sensibilidad. Si veo a alguien llorar me preocupo.

¿Aunque esa persona te caiga mal?

¿Qué? No me caes mal Luna.

¿De verdad?

De verdad.

No sé si creérmelo pero tengo que reconocer que haber recibido un mensaje suyo me ha sorprendido y emocionado a la vez. Me ha hecho ilusión y estoy más contenta.

Veo la hora y me visto corriendo, desayuno, me lavo los dientes y termino justo a tiempo de oír el pitido de un coche.

Al salir de casa cierro con llave y al caminar hacia el coche de Katy la veo con las manos juntas suplicando perdón.

— Perdóname, por favor. Es que se puso muy pesado y al final tuve que dárselo. Me costó resistir, a mi hermano no le sé decir que no...

— Buenos días a ti también. Tranquila, no te preocupes. Ya me lo ha dicho él.

— ¿Te ha llamado? — Parece sorprendida.

— No no, ha sido todo por mensaje. — Si me hubiera llamado, ¿se lo habría cogido? ¿O me habría quedado embobada mirando la pantalla pensando si descolgar o no? Es una buena pregunta. — Estate tranquila, no me importa. Además, me viene bien tenerlo, al fin y al cabo le doy clases particulares y al final iba a necesitar su número por si cualquier día me retraso o no puedo ir.

Suspira. — No sabes el peso que me quitas de encima.

Nos reímos y arranca el coche.

De camino al instituto me cuenta que el fin de semana ha quedado con Alan y que está súper ilusionada.

Love Atrévete a enamorarte (#Love I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora