Capítulo XXI

107 27 64
                                    

— Estás preciosa esta noche — me dice Derek

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Estás preciosa esta noche — me dice Derek. Se deshace en halagos hacia mí y me tiene atontada perdida. Estamos en la playa, sentados en la arena y la única luz que hay es la que emite la luna llena. Se refleja en el mar y es impresionante a la par que romántico.

Corre la brisa marina y hace un poco de frío, Derek pasa su brazo por mis hombros y me atrae hacia él. Me besa la cabeza y la apoyo en su hombro. Es perfecto.

Al fondo vemos las luces de los barcos pesqueros, es interesante y terrorífico a la vez. Me daría miedo pasar la noche en medio del mar, a saber qué criaturas marinas desconocidas pasan por debajo del barco cada minuto.

Estoy pensando en ello cuando noto que me está mirando. — ¿Qué? — Le pregunto.

Sólo admiraba tu belleza. Con la luna llena tus ojos se vuelven más grises aún.

Acto seguido me besa. Es un beso suave, delicado al principio. Al rato se vuelve profundo y caliente. Me tumba en la arena y se tumba encima de mí, me abre las piernas y se coloca en medio. Me besa los labios, la mejilla y pasa al cuello. Me muerde el lóbulo de la oreja y yo siento que voy a morir de excitación. Miro alrededor, estamos solos en la playa, nadie nos ve así que... ¿Qué tiene de malo? Me levanta el top y está jugando con mi sujetador...

— Pero, ¿qué coño?

Abro un ojo y veo que es de día. ¿Por qué he tenido que despertarme en medio de ese sueño tan... tan...? Mejor dicho, ¿por qué me han despertado? Mi móvil no para de vibrar.

— ¿Sí?

— ¡Nena qué tal! — Es Katy, espero que no sean las 7 de la mañana porque sino te juro que voy a... Miro el reloj, son las 11h, te has librado por esta vez.

— Bien, ¿y tú?

— Bien también. Oye, necesito ir a verte, tengo que hablar contigo.

— Claro, ven cuando quieras.

— Salgo ya, ¡hasta ahora!

No me da tiempo a decir nada más porque me ha colgado. Me desperezo, me levanto de la cama y automáticamente noto algo... extraño. Recuerdo el sueño, ese fantástico sueño, y decido lavarme, necesito cambiarme de bragas...

Estoy acabando de ponerme el pijama cuando llaman al timbre.

— ¡Hol...a! ¿Estás bien?

— Sí, ¿por?

— Vaya pelos llevas.

— Lo siento no me he mirado al espejo. ¿Qué tal tu cita de anoche?

— ¿Y la tuya? — Responde dudando.

No sé cómo decirlo. No sé cómo va a reaccionar. Así que lo hago de la forma más sencilla que sé, soltarlo sin más.

— Me he liado con tu hermano.

Love Atrévete a enamorarte (#Love I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora