Lo único que deseo es estar contigo. Han sido esas sus palabras, ¿no? Las repito en mi cabeza una y otra vez porque no me lo creo. Es decir, sí me creo que lo haya dicho pero no me creo que me esté pasando esto a mí.
Le miro con los ojos muy abiertos y veo que tiene una sonrisa nerviosa en su preciosa cara.
Ya me pasó esto una vez y fue todo mentira. No puedo volver a pasar por lo mismo.
Yo también quiero estar con él y deseaba con todas mis fuerzas que este momento llegara, pero ahora que ha llegado... No sé qué hacer o qué decir.
Es fácil Luna, sí o no, no es complicado.
Sí es complicado, para mí sí lo es.
Mírale, es precioso, es alto, rubio, con unos profundos ojos azules y un cuerpo que parece que lo ha esculpido dios. Y ahora mírame a mí. No pegamos, no tengo cuerpo atlético, no soy tan alta como él y... Basta Luna. No empieces. No dejes que tu pasado marque tu presente.
— Me gustas mucho Luna.
Y tú a mí. Pero no me salen las palabras para decírselo.
— Dame una oportunidad.
Siento que se me van a llenar los ojos de lágrimas y me tenso entera.
— Te protegeré de quien quiera hacerte daño. Sólo dime si quieres salir conmigo.
En ningún momento su voz es forzada, ni hay signo de que esté perdiendo la paciencia, al contrario. Cada vez se acerca más a mí, me agarra las manos con suavidad y su mirada es de puro amor.
Por fin encuentro el valor para hablar,
— Claro que quiero estar contigo.
— Pues para mí, oficialmente eres mi novia — dice sonriendo.
Yo sonrío también y al ver que por fin he conseguido reaccionar, se acerca y me besa.
Es un beso suave, lento y como la otra vez, me pide permiso con su lengua para acceder. Sonrío y soy yo quien profundizo el beso. Pasa sus brazos por mi espalda y me atrae más a él. Estamos completamente pegados y siento su corazón latir a mil por hora. No quiero romper el beso, sabe a chocolate y su olor... Su olor me atrapa, es como una droga para mí.
No mueve sus manos de mi espalda pero sólo con este beso ya siento que me derrito, tengo que juntar las piernas porque siento un calor y un cosquilleo que... Que creo que mejor paramos.
Bajo el ritmo hasta que nos separamos, sonrío y le doy un pico.
La verdad es que no sé cuanto tiempo ha pasado porque cuando me doy cuenta ya está atardeciendo.
— Ven, demos un paseo.
Nos levantamos, pasa su brazo por mi hombro y me atrae hacia él. Yo le paso mi brazo por su cintura y ante el gesto él me da un beso en la cabeza.
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Love Atrévete a enamorarte (#Love I)
Teen FictionLuna Miller es una chica única y especial, nunca se muerde la lengua y eso le ha traído muchos problemas. Por motivos familiares, cada año vive en una parte diferente del mundo. Ha decidido que este año será distinto, Luna sólo quiere que su último...