CAPÍTULO 2: niñita fastidiosa

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Hyeji

-¡Fíjate por donde caminas! - le grité mientras sacudía mi ropa y lamentaba la pérdida de las sabritas.


Cuando volteé a ver a la persona causante de todo esto sentí como mi rostro palideció.


-¡Vamos! - rápidamente tomó mi mano y me jaló hacia donde estaba un enorme contenedor de basura verde.


-¡Oye, tú -


-¡Shh! - puso su dedo índice sobre mis labios haciendo que callara.


Quería reclamarle pero justo en ese momento pasaron cerca de 10 motocicletas a toda velocidad frente a nosotros y fue ahí que comprendí.


Venía huyendo de ellas.


Después de un rato el chico se asomó hacia la calle por donde pasaron y, al no ver nada más, sonrió victorioso.


-¡Esos tontos no saben hacer nada bien! - rio para sí.


-Amm.. ¿Hola? ¿Tierra llamando a un chico engreído? Me tiraste la cena y casi me arrastras contigo a lo que parece ser un enorme conflicto. Creo que me debes una disculpa - me crucé de brazos.


El chico me miró con desdén y levantó una ceja.


-Pero no pasó nada, ¿cierto?


Sonreí incrédula.


-¡Qué patético!


-¡Qué niñita eres!


-¡El niñito es otro!


-¡Tonta!


-¡Lo que dices eso serás!


Soltó una carcajada.


-¡Ves que si eres una niñita! Esos insultos son de bebés - se acercó hacia mí y despeinó mi cabello. Inmediatamente le di un manotazo para que dejara de hacerlo. - Eres una bebita. Recuerda tomar tu leche antes de dormir - guiñó su ojo y comenzó a caminar hacia el lado contrario a donde habían ido las motocicletas.


-¡Eres un completo tonto!


-¡Y tu una niñita fastidiosa! - gritó sin siquiera mirarme.


Volteé a ver mi comida en el suelo para levantarla pero me encontré con la sorpresa de que los motociclistas habían aplastado las sabritas y ramen con sus llantas.


Me dio tanto coraje que tomé lo último que quedaba de las sabritas de limón y se lo lancé a su felpuda chaqueta blanca.


El rubio gritó al sentir todo el polvo en su cuello y ropa así que salí corriendo del lugar.


El que la hace, la paga.


Y no voy a dejar que el karma se encargue de ello.


(...)


Otro día más.


La escuela seguía siendo tan aburrida como el día anterior y el día anterior a ese.


-Para esta actividad vamos a formar equipos de tres. - comenzó a decir la maestra. - ¿Quieren formarse ustedes solos o yo los elijo?


-Nosotros nos formamos - Misuk no perdió la oportunidad de llamar la atención y habló primero.


-Bien, cuando terminen de juntarse por favor anoten sus nombres en una hoja y déjenla en mi escritorio. Escribiré los temas del proyecto y ustedes deberán repartirlo entre los tres. Al final deciden si todos exponen o solamente lo hará uno.


Lonely boy | YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora