Yeonjun
–¿Daniel? ¿Has hablado con Danielle? – gritó mamá desde las escaleras.
Llevaba varios días encerrado en mi habitación que ahora mi mamá utilizaba cualquier excusa para intentar sacarme de ahí.
–No sé nada sobre ella. Pregúntale a papá, él está allá con ella. – me di la media vuelta y abracé al enorme oso de peluche que Hyori alguna vez me regaló.
¿Qué estoy haciendo?
¿De nuevo Hyori?
Me levanté de la cama y cargué al oso de peluche entre mis brazos hasta llegar al contenedor de basura que está a las afueras de la mansión. Y ahí, lo tiré.
–Es tu día de suerte – le dije sarcástico al pobre oso antes de bajar la tapa del contenedor.
–¿Daniel? ¿Dónde estás?
–¡Voy mamá!
Mis pantuflas con diseño de leopardo se arrastraban por el camino de vuelta a la mansión hasta que recordé que ellas también habían sido regalo de Hyori.
Luego me percaté de la pijama que traía puesta, y en efecto, también fue un regalo de ella.
–¡¡No puede ser!!
¡¿Cómo es que nunca lo había notado?!
Me regresé al contenedor y tiré las pantuflas junto a la pijama a la basura.
No más Hyori.
Ya no.
Caminé de regreso a la mansión, como se supone que debía hacerlo hace cinco minutos, pero ahora regresaba descalzo y en ropa interior.
Cuando entré por la cocina Mamá pensó que me habían asaltado así que le preguntó al Sr. Jeffrey qué había pasado.
–Lo siento mamá, me dio flojera bajar dos veces y tiré la ropa que traía puesta de una vez.
–¿Tirar la ropa que tenías puesta?.. Daniel, ¿estás bien?
Mamá revisó mi rostro de arriba a abajo para asegurarse de que no estuviera enfermo.
–Estoy bien.. Jeffrey, ¿qué hay para comer? – pregunté mientras abría el refrigerador.
Jeffrey es la persona que acompaña a mamá a todas partes.
–¿Quiere que le prepare algo, joven Choi?
Dolía el estómago pero no era de hambre.
–No gracias. – cerré sin querer la puerta del refrigerador lo suficientemente fuerte como para que las cocineras se espantaran. – Lo siento. – me disculpé y comencé a caminar hacia la salida.
–Yeonjun, hijo, ¿has hablado con tu hermana? No me contesta las llamadas.
–No mamá, la verdad no he tenido tiempo.
–Pero has estado encerrado en tu cuarto desde hace varios días que yo creí que -
Se detuvo.
–¿Mmm?
–Nada, nada hijo.
–De acuerdo, me voy a mi cuarto. Llevaré esta manzana conmigo – levanté la manzana por los aires y moví la mano de un lado a otro como señal de despedida.
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Lonely boy | Yeonjun
FanfictionElla no es la primera ni la única. Choi Yeonjun lo sabe perfectamente bien, sin embargo decide cerrar su corazón a cualquier oportunidad amorosa que se le presente hasta que su corazón sane por completo. O eso era así hasta que conoció a Hyeji quien...