CAPÍTULO 14: amigo número dos

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Hyeji

¡¿Estás bien?!


Daniel rápidamente fue a mi auxilio y movió mi rostro de un lado a otro para que yo despertara.


Inmediatamente un deja vu vino hacia mí, el de aquella noche en la que fue mi héroe.


Estoy bien, estoy bien – Daniel me da la mano para que me levante, sin embargo fue algo que el corazón no me dejó hacer ya que palpitaba a mil por hora y no quería hacerlo explotar con el roce de su piel; él lo notó lo cual hizo que retirara su mano inmediatamente sin que nadie percibiera su acto de amabilidad.


Menos mal. – hizo una mueca y se dio la media vuelta para irse hacia donde estaba su compañero Taehyun.


¡Oye, tú! – le grité lo cual le hizo detenerse casi al instante. – ¡Ni siquiera te has disculpado!


–¿Disculpa? – preguntó confundido.


–Gracias. – sonreí victoriosa. Si bien no era una disculpa en sí, había logrado que pronunciara esas palabras frente a todas las demás personas.


No te estoy pidiendo perdón.


–En ese caso, me retiro del juego.


Me di la media vuelta y me senté debajo de un gran árbol como a cuatro metros de donde se estaba llevando a cabo el juego.


No le costaba nada disculparse si él fue el que me pegó de esa forma con el balón. – bufé.


En eso, cierto pelirrojo se acercaba a mí corriendo a toda velocidad.


¡¡Perdóname!! ¡¡Quería golpear al anciano en vez de a ti!! – Beomgyu frotaba sus manos como señal de disculpa.


¿Eh? ¿Pero que-


–Beomgyu todavía estaba en el juego. – apareció el rubio de la nada. No noté en qué momento caminó hasta donde estaba sentada. – Creo que intentó lanzarme el balón pero te golpeó por accidente. Olvidé advertirte que tiene pésima puntería


¡¡Perdóname!! – seguía diciendo el pelirrojo.


–¡Hey, tú! – el rubio le soltó un manotazo. – Solo soy mayor que tú por meses.


Eso es más que suficiente para mí.


Daniel comenzó a perseguirlo por toda la cancha hasta que logró golpearlo en más de una ocasión. Yo estaba ahí, sentada, disfrutando de la acción en primera fila.


No sabía que podían ser tan divertidos.


Después de lograr su cometido el rubio regresó hasta donde yo estaba y se sentó en la banquita mientras que Beomgyu regresaba triunfante con los compañeros de clase pues, al parecer, Daniel se había retirado del juego dejándonos ganar.


Nos quedamos en silencio. Quería disculparme por mi actitud, pero no sabía cómo. Realmente lo había arruinado.


Cuando junté el valor suficiente para hablar, él interrumpió.


¿Siempre me tratarás así?


Tragué saliva.


¿C-cómo?


Lonely boy | YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora