Había pasado un mes desde que tomamos las fotos de Tristan y Nathan, y por fin se habían publicado en la portada de la revista.
—¡Adelante! —Escuché la voz de Tessa del otro lado de la puerta.
Entré a su ya conocida oficina y admiré la enorme fotografía de Tristan que se hallaba detrás de su escritorio. La mujer estaba sentada sobre su mesa, como de costumbre, con un cigarro electrónico en las manos.
—¿Puedes usar eso aquí?
No respondió. Como siempre, se le veía estresada y ansiosa.
—Griffin... tengo noticias.
¿Malas noticias? ¿La foto había sido un fracaso?
—Tus fotos fueron... ¡un éxito!
No sé cuál de los dos gritó más, pero pasamos los siguiente segundos haciéndolo. Tessa estaba vendiendo como nunca y yo no podía estar más orgulloso de mi trabajo. Sus cabellos negros revoloteaban sobre su cabeza y se despeinaban sin cuidado mientras brincaba de la emoción.
—¡Basta! —ordenó fingiendo seriedad.
—Me callo. —No pude aguantar una sonrisa.
—Quiero invitarte a cenar. A ti, a Nathan y a Tristan. Los tres hicieron un excelente trabajo.
—Les diré.
—Ya les dije, pero les pedí que no te dijeran nada. Quería ver tu reacción. No me arrepiento de haberte contratado.
Sonreí orgulloso.
Al llegar al departamento, me tropecé con unas cuantas de las cajas de Tristan, pero me abrí paso hasta su habitación. Tenía la puerta abierta.
—¿Ya te enteraste? —Vestía un suéter color mostaza y unos jeans negros.
—Ya me contaron. —Sonreí.
—¿Me pasas la caja de allá? —Apuntó a la caja que estaba más cerca de mis pies.
Tomé la caja y se la pasé, esquivando los tornillos y herramientas que estaban en el suelo.
Tristan se había mudado a mi departamento dos días antes porque ya no podía pagar el suyo. La verdad es que habían sido dos días interesantes. Conforme había pasado el mes nos habíamos hecho más amigos y casi se me había olvidado lo sexy que se me hacía, aunque no del todo.
El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos. Mensaje de Ethan.
Ethan: Ya me enteré del éxito que está siendo la revista. ¿Nos vemos hoy?
Sabía exactamente lo que Ethan me estaba proponiendo, pero la cena era más importante.
Griffin: No puedo. Tengo un compromiso, pero mañana estoy libre.
Ethan: Nos vemos mañana, entonces.
Y acompañó su mensaje de una foto efímera que no tenía que abrir para saber lo que sería.
—Griffin.
Levanté la mirada hacia Tristan. Sus cabellos dorados se pegaban a su frente sudada mientras se esforzaba por armar la base de la cama que tenía enfrente.
—El tornillo de allá. Pásamelo.
Le pasé el tornillo y nuestras manos se rozaron. Retiré la mía con un movimiento rápido y lo miré a los ojos cuando fui consciente de mi extraño comportamiento. Iba a decir algo, pero mejor me quedé callado.
—Nos vemos en la noche, dormiré un rato.
Desperté varias horas después por un ruido estridente en la cocina. Me vestí con lo primero que encontré y salí de la habitación esperando lo peor. Me encontré con un plato roto en el suelo y con Tristan parado frente al desastre. Llevaba una sudadera blanca y unos bóxers negros ajustados que no dejaban mucho a la imaginación. Por un segundo olvidé lo que había pasado y no pude despegar la mirada de su paquete, hasta que le escuché decir:
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ENTRE HOMBRES Y DIOSES (+18)
RandomAdvertencia: Novela homoerótica (contenido +18 ocasional) Griffin consigue trabajo como fotógrafo de "Asmodeus", una revista gay extremadamente famosa, donde conocerá a un grupo de atractivos y lujuriosos modelos que le abrirán la puerta a una vida...