ENTRE HOMBRES Y DIOSES (+18)

Confesiones y secretos (Nathan)

—Limpia ahí —dije con prisa.

—No soy tu esclavo. Recuerda que estoy medio muerto. —Marcus me miró con cierto desprecio fingido.

—Van a venir todos y van a encontrarse el departamento sucio.

—Pues no sé para qué te ofreces.

—Tyson es alérgico a los gatos, así que no podíamos vernos en el departamento de Griffin.

—Podían reunirse en el parque o algo.

—Marcus —dije serio—. Recuerda que eres un invitado en mi departamento. Ya no vives aquí. Una queja más y tendrás que sanar bajo un puente.

—Olvidaba lo dulce que eras —Marcus me dedicó una sonrisa fingida.

Llevaba viviendo conmigo desde que salió del hospital, pues necesitaba que alguien le diera cuidados y yo era su única opción. La verdad es que se sentía bien tener a alguien más en el departamento, aunque todavía estaba procesando mis sentimientos encontrados por él. A pesar de todo, funcionábamos como amigos, o eso quería creer.

El timbre sonó y abrí para encontrarme a Griffin y a Tristan, quienes de quedaron anonadados al ver a Marcus sentado en uno de los sofás.

—Solo está de visita —aclaré con una sonrisa apenada—. Marcus, vete a la habitación —ordené.

Claramente, hizo caso omiso de mi instrucción.

—Tyson y Tyler están en camino. —Griffin ignoró mi aclaración.

Tal como predijo, cinco minutos después, todo el equipo estaba reunido.

—Necesitamos hacer algo con la revista. —Griffin se veía muy serio.

Nos contó que había conocido a Eva Quinn esa mañana y lo que ella le había pedido.

—Entonces... —Tyson se veía confundido.

—¿Tenemos que hacer una sesión sobre nuestros kinks? —Tristan no estaba menos perdido—. ¿Alguien aquí tiene algún fetiche interesante? Nathan se ve como alguien a quien le atraen los pies.

—¡Le encantan! —La voz de Marcus se hizo escuchar desde la sala —Si vieras con qué pasión me los...

—Quiero dejar claro que todo lo que Marcus diga debe ser ignorado —aclaré.

—Esto es serio... —Griffin interrumpió.

—Pues creo que será un poco complicado, ¿cómo vamos a meter mujeres en una sesión para una revista gay? —dije.

—¿Mujeres? —Griffin se veía más confundido que yo.

—Bueno, por Tristan y Tyler.

—Sobre eso... —Tyler se paró de su silla y habló por primera vez desde que llegó y Tyson lo miró con la boca abierta.

—¿Sobre eso...? —pregunté.

Tyler comenzó a tamborilear los dedos en la mesa y cerró los ojos con fuerza para decir:

—Soy bisexual.

Todos se quedaron callados hasta que Tyler abrió los ojos y nos miró un poco confundido.

—¿No van a decir nada?

—Bueno, yo ya lo sabía. —Griffin miró a Tyler.

—¿Me reconociste? —Tyler miraba a Griffin con cierta vulnerabilidad.

—Desde el primer día...

Yo iba a preguntar a qué diablos se referían cuando Tristan aporreó la mano en la mesa y se levantó de golpe.

—Eso fue lo que me contaste ayer, no lo recordaba. —Miraba a Griffin con una sonrisa bobalicona.

—¡¿Se lo contaste a Tristan?! —Ahora era Tyson quien se dirigía a Griffin.

—¿Tu lo sabías? —Tristan miró a Tyson.

—Es que nos encontramos a un tal Ray... —Griffin se excusó.

—¿Conocieron a Ray? —Tyler ahora se veía asustado.

—¿Quién es Ray? —pregunté, pero como era de esperar, me ignoraron.

—Sí, justo antes de...

—Tristan. —Griffin reprendió a Tristan para que se callara.

—¡¿Antes de qué?! —Tyson y Tyler dijeron al unísono.

—Antes de que Griffin y yo nos besáramos.

—¿Ustedes...? —comencé, pero Griffin me interrumpió.

—¡Tristan!

—¿Qué? Tyler tuvo el valor de decir que le gusta que se lo cojan por detrás, lo mínimo que puedo hacer es contar lo mío también...

—Yo nunca dije eso... —Tyler se sentó de nuevo mientras se ponía rojo.

—Entonces, tú eres... —dije.

—Bisexual, exacto. —Tristan me hizo caso.

—Supongo que nunca puedo ser el centro de atención —murmuró Tyler por lo bajo.

—Ya no tienen que poner mujeres en su sesión, con hombres y unos cuantos pies será suficiente. —La voz de Marcus se elevó de nuevo.

—¡Cállate Marcus! —gritamos los cinco al unísono y luego todo se quedó en silencio.

—Griffin se agarró con el hijo de Eva —dijo Tristan y el bullicio comenzó de nuevo.

—¡Silencio! —gritó Griffin después de dos minutos—. Necesitamos pensar en la temática.

—Muero de hambre —dijo Tristan mientras se frotaba el estómago—. ¿Podemos cenar y luego seguimos discutiendo?

Los demás asintieron y se comenzaron a levantar de sus asientos para dirigirse a la cocina cuando Griffin se paró de golpe con una enorme sonrisa.

—Siéntense todos.

—Déjanos cenar... —Tristan lo miraba con ojos cansados.

—Siéntate, Tristan. —Griffin hablaba con firmeza, pero se le notaba cierta emoción en la voz—. Ya tengo la temática.

Todos se sentaron y lo miraron expectantes.

—Pues habla —dije mirándolo a los ojos.

—Lá Última Cena. —Griffin miró a cada uno a los ojos, esperando una respuesta—. Digan algo.

—No entiendo. —La voz de Tyler se elevó.

Todos miraron a Griffin, esperando que explicara su punto.

—Sí. Piénsalo. A la gente le encantará. Será erótico, atractivo y poético.

—Sigo sin entender —respondió Tyson.

—Déjamelo a mí. —A Griffin le brillaban los ojos. Era obvio que la idea le emocionaba—. Yo me encargaré de todo.

Unos días después estábamos los cuatro modelos en el estudio de fotografía esperando al fotógrafo.

—De acuerdo, ¿están listos? —Griffin apareció por la puerta con cámara en mano.

Una mujer esbelta y huesuda apareció tras él. Esta llevaba un vestido verde esmeralda con brillos que impedían verla de frente, y parecía deslizarse por el suelo, cosa que sabía que no era así porque podía escuchar el repiqueteo de sus tacones sobre el suelo.

—Chicos, ella es Eva Quinn, directora de Asmodeus, y quiere ver cómo trabajamos.

Un joven de cabellos castaños apareció tras la mujer. Llevaba una chaqueta de cuero y unos jeans del mismo color.

—Y él es Lucas Quinn, su hijo.

Nos saludamos entre todos hasta que Griffin interrumpió la reunión social, diciendo:

—Todos a sus posiciones. No quiero tardar tanto.

Y tal como indicó, todos hicieron lo que mejor sabían hacer y posaron exhibiendo sus cuerpos desnudos ante la cámara.