ILY [Seoksoo] [Omegaverse]

65

Jeonghan y Joshua salieron a comprar algunos ingredientes para que Jihoon cocinara, Seokmin apenas recordaba que su hermano lo hiciera, pero los primeros días que llegó a la ciudad Woozi cocinaba para él y ahora realmente quería volver a probarlo, y nadie se negó así que Seokmin fue un poco más allá y se negó a ir de compras con Joshua, así que el alfa tomó a Jeonghan como sacrificio porque Woozi se negó a cocinar si lo obligaban a salir.

En realidad no importaba como lo harían, al final Seokmin tendría lo que quería y se comportaría como un niño mimado por el resto de la tarde.

Si quería quedarse en el sillón por horas acariciando a Mia entonces no había nada que se lo impidiera, ni siquiera la mirada ocasional de su hermano.

—¿realmente no recuerdas a Yeong?— Preguntó Jihoon de nuevo, Seokmin negó. —Tendrías como cinco años cuando la tuviste.

—¿era una mascota? Nunca hemos tenido una, a papá no le gustan.

Jihoon se encogió en hombros y se sentó de frente a Seokmin.

—Yeong era tu gato callejero. Un día te siguió a casa y lo hiciste tu mejor amigo.

Oh, Seokmin realmente no recordaba a ningún gato, recordaba a los perros que acariciaba siempre al hacer su camino a la escuela, y recordaba que su madre se enojaba mucho si Seokmin llegaba con toda la jauría en su espalda. Pero no recordaba a Yeong.

—¿Se parecía a Mia?

—Si, solo que mucho más sucio. Querías mucho a ese gato.

—¿Qué le pasó?

Jihoon suspiró lamiéndose los labios y mirando al techo como si hiciera memoria.

—Cuando eras un niño no hablabas con nadie, eras demasiado energético pero nadie hablaba contigo porque corrías a esconderte. Hablabas solo todo el tiempo.

—Yo no hablo solo.

—Antes sí, a veces te escuchaba en la noche, dabas medio. Cuando encontraste a Yeong lo llevabas contigo a todos lados, bueno, él te seguía, y solo hablabas con el gato.

—Mia va a sentirse celosa si dices eso.— Seokmin cubrió cuidadosamente las orejas de Mia.

No recordaba mucho de su infancia, pequeños fragmentos de él jugando o corriendo pero nada más, no recordaba a Yeong o a los amigos que tuvo en prescolar o si alguna vez tuvo amigos. Sus recuerdos iniciaban mucho más adelante en su vida, con una aburrida excursión a una montaña donde terminó orinando en un arbusto.

—Un día el gato te siguió hasta tus clases e hizo que te pelearas con otros niños, no sé lo que pasó, solo escuche que golpeaste a uno y que el castigo fue para ti. Pero tu padre se enojó demasiado. Cuando llegaron a casa tu estabas llorando y mi madre solo estaba callada. Ah... Fue realmente un desastre.— Jihoon miró al techo de nuevo. —Eras un niño.

—Un niño que golpeó a otro. No recuerdo haber golpeado a alguien en serio en mi vida ¿a Mingyu?

—Tampoco eras un niño agresivo antes. No sé lo que pasó pero te escuche llorar mucho. Incluso le dijiste a tu padre que Yeong era el único que te quería.

—Que profundo.— Bromeó Seokmin y Jihoon también sonrió un poco. —¿Qué le pasó a Yeong entonces?

—Tu padre salió y le dio una patada. Jamás volvió.

Ah. Cubrió mejor las orejas de Mia, ella no tenía por qué escuchar eso.

—Bueno... al menos no murió, desde un principio pensé que había muerto.

—No, de haber muerto hubiera sido menos dramático para ti. Seguiste poniéndole comida y agua e incluso lo llamabas siempre, pero no volvió. Te ayude a buscarlo aunque pensé que había muerto, pero no estaba muerto, lo encontré en un bote de basura pero huyó. Nunca quiso volver.

—Oh, eso es muy triste. Y es más triste que no lo recuerde, lo siento Yeong.

Jihoon asintió con la cabeza y suspiró.

—Dejaste de llamarlo cuando comenzaste a hacer amigos. Hacías cualquier cosa para tenerlos, incluso actuar como un perro.

Sonaba bastante triste, y bastante conocido. Acarició las orejas de Mia y la gatita maulló. ¿Por qué ahora quería llorar? No recordaba a Yeong, no recordaba no tener amigos ni el regaño de su padre, pero por alguna razón sonaba familiar y triste, como una sensación en lugar de un recuerdo estable.

Hacer cualquier cosa para ser querido sonaba bastante mal.

Quizás él y Seungkwan tenían mucho en común.