capítulo 22.

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18 de septiembre. Otoño.

Taehyung estaba molesto porque el mueble en donde se encontraba el té que quería tomar era muy alto, aún más que él, además de estar en el fondo del mismo, ya que no lograba alcanzarlo tuvo que subirse en una silla.

Cuando encontró la caja que contenía los saquitos para hacer un té, observó que detrás de éstos había un recipiente de porcelana, era alto, redondo, entonces curioso quiso ver que era.

No recordaba que sea suyo, el recipiente no le era familiar. Quitó la tela enrollado que tenía encima, como si fuera una tapa, estornudo fuertemente por el polvo que tenía el mismo. Encontró en él café, supo de inmediato de quién era ese recipiente.

Jungkook.

Taehyung caminado lento, y con el recipiente en la mano, fue al cesto de basura de su cocina, y casi sin pensar lo tiró allí. Algo dentro de él estaba batallando con sus pensamientos, seguramente eran sus sentimientos, ese sentimiento de vacío que le quedó después de soltar ese preciado recipiente, que le trajo a su mente recuerdos, que creyó haber olvidado.

Taehyung escuchó un ruido en la cocina, entonces se acercó allí, cuando llegó, observó a Jungkook guardar algo rápidamente, como si lo estuviera escondiendo de él.

— ¿Jungkook? — le preguntó Taehyung, y Jungkook llevó sus manos a su espalda, y lo miró sonriente, pero nervioso.

— Amor, ¿no estabas durmiendo? — preguntó Jungkook, acercándose a él, y queriendo llevárselo a la habitación. Pero Taehyung se quedó inmóvil como un poste. Y lo miró serio, haciendo que el contrario pase saliva.

— ¿Qué hiciste ahora Jungkook? — la mirada aterrada de Jungkook era perfecta, como para tomarle una fotografía. Sabía que era serio, porque Taehyung lo llamó por su nombre y no por un apodo.

— N-nada malo. — respondió Jungkook, esquivando su mirada, entonces Taehyung buscó lo que él había escondido, y se topó con un recipiente alto, de porcelana y cubierto con una tela como si fuera una tapa, redondo. Cuando vio el contenido, suspiró fuerte, y miró a Jungkook con fingida molestia.

— ¿Café, Jungkook? — volvió a preguntar Taehyung, mirando a su menor intentado encontrar alguna excusa a su pequeño secreto.

— Y-yo, amor... si, es café... — confesó el menor, triste. Y Taehyung reprimía las ganas de querer reír.

— Puedes tomarlo Jungkookie. — le dijo Taehyung, con voz suave y calmado.

— ¿En serio? — preguntó ilusionado Jungkook, con una sonrisa en sus labios.

— Si, de verdad, puedes tomar café... — dijo Taehyung pausadamente, disfrutando ver el rostro feliz de su novio. — Pero, ya sabes, no puedes besarme Kookie. — pero, disfrutó más, ver cómo la sonrisa que tenía desaparecía y su cara se volvió seria.

— Pero Tae, después me cepillo los dientes —habló seriamente preocupado Jungkook.

— No Jungkookie, porque no lo haces, después siento el sabor a  café cuando me besas y no me gusta. — respondió Taehyung, pero le devolvió el recipiente a Jungkook. Suspiró fuerte al ver a su novio triste. — Ya sabes, si tomas café y después te cepillas los dientes, no me lo digas, pero, si se te olvida, y siento el café, no voy a dejar que me beses por el resto del día. — terminó de decir.

— ¡Pero Tae! — se quejó Jungkook, y Taehyung rió. Pero, no respondió.

Taehyung siguió con la mirada las acciones de su novio, quien se acercó al mueble en donde ellos guardaban los alimentos, y dejó el recipiente en el fondo.

— Mira, no lo voy a tocar, y me olvidaré de tomar café ¿bien? — Jungkook se acercó a él, y acarició su rostro. — Puedo vivir sin el café, pero, no sin ti. — terminó de decir.

— No dirías lo mismo si te pido que dejes de tomar la leche de banana. — rió Taehyung, y Jungkook también lo hizo.

— No daña a nadie cariño. — y Jungkook besó sus labios, con tranquilidad porque, no había tomado el café, ni siquiera llegó a prepararlo.

Taehyung golpeó su cabeza, al recordar aquello. Era algo que odiaba, porque con cada cosa que hacía, el recuerdo de Jungkook volvía a él.

Los recuerdos que hacían que le doliera el corazón. Que sus manos temblaran y que su corazón palpitara. Taehyung odiaba que le pasara eso.

Odiaba no poder odiarlo como merecía. Odiaba todavía amarlo.

Pero, tenía que seguir fingiendo ser fuerte, fingiendo estar bien cuando cruzaba mirada con Jungkook. Él intentaba demostrar que ya no le afectaba que le sonría, aunque sea por cortesía.

Porque Taehyung, todavía lo amaba tanto, que dolía.


















Blox: quiero decir que yo leo sus comentarios, y pueden ser libres diciendo lo que quieran, a mi no me afecta. Lo que sí quiero dejar en claro, y no quiero sonar grosera, es que, en verdad, yo ya tengo decidido cual será el final desde que comencé a escribir. Y aunque ustedes me pidan que sea de tal o cual forma, yo no lo haré, porque, como dije, ya sé cual será el final.

Solo deseo que les guste, yo intento tomar las mejores decisiones para los personajes, y no me baso solo en que quiero que termine en Kooktae, o taegi, o lo que fuera. Espero que entiendan que mis decisiones no serán cambiadas, por más que pidan o no, yo el final ya lo tengo armado, solo tengo que escribirlo. Espero y cuando llegue ese momento, estén satisfechos.

Los amo, y gracias por leer este fanfic. Nos vemos en la próxima actualización.

"Tu misterioso alguien"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora