capítulo 16.

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7 de mayo, primavera. Dejar que florezca.

Jungkook estaba sentado en su oficina, revisando algunos documentos que le fueron enviados, debía verificar que todos estuviesen en orden. Cuando terminó de escribir algunas palabras, cansado, apoyó su cuerpo en el respaldo de la silla, y puso su cabeza hacia arriba.

Si algo no le gustaba hacer era descansar cuando trabajaba, eso siempre fue así, pero ahora lo era aún más, desde que Taehyung le terminó, quería hundirse en el trabajo, para no terminar llorando miserablemente como lo hacía todos los días.

Para no llorar desconsolado al recordar las palabras crueles, que inconscientemente le había dicho a Taehyung, esas palabras iban y venían de su mente, invadían sus pensamientos, torturándose.

Pero, sabía perfectamente que era su culpa, que lo merecía. Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás, nunca hubiese aceptado ese beso por parte de Jimin. Ahí, donde su deseo carnal ganó, y hundió en un lugar frío a su corazón.

Podría insultarse todo el tiempo, como lo venía haciendo en los últimos meses, pero, no mejora, el malestar, ese vacio que sentía no mejoraba.

Y Jungkook sabía el porqué de ese sentimiento. Nunca antes se había sentido así, y cuando tenía un mal sentimiento, él sabía quien ayudaba a que éste desaparezca, quién con una sonrisa, hacía que su estado mejorara. Taehyung, él siempre fue su todo. Maldecía  el día en que apartó su vista de él tan solo por unos cortos segundos.

— Jeon. — le llamó la atención su compañera, Lalisa. Jungkook sólo movió su cabeza, como diciendo que la escuchaba.

— Necesitamos un empleado de nuestra empresa que actúe como modelo,  y se tome fotos junto a Taehyung, para impulsar nuestra imagen. Tú eres el más cualificado. — dijo ella, viéndolo de arriba hacia abajo, Jeon tenía buena apariencia, combinaba bien con el modelo.

Jeon pasó saliva, sin duda no era una buena idea. No iba a negar que ansiaba estar cerca de Taehyung, pero, no quería hacerlo sentir incómodo, con su presencia ya era suficiente.

— ¿E-estás segura? ¿No puede ser otra persona? No creo que sea conveniente que sea yo el otro modelo. — sugirió rápidamente Jungkook. Tenía que evitar que eso sucediera.

— No, no hay otra persona más que tú, tienes que representar a nuestra empresa, Kim Taehyung es un hombre hermoso, y quien tiene que acompañarlo en sus sesiones de fotos tiene que estar a su altura, no sé si estarás a su altura, pero, eres lo mejor que tenemos, con contextura física similar a la suya.— dijo la mujer, riendo sarcástica. Jeon rodó sus ojos.

— Esta bien, lo haré. ¿Será solo esta vez no? — preguntó Jungkook, esperanzado de que así sea. Porque, no quería estar cerca de Taehyung, no cuando era consciente de que le hacía mal a su amor.

— No, probablemente serán más veces, así que, da lo mejor de ti para que dejemos una buena impresión. — respondió Lisa, golpeando su hombro, como si estuviera reconfortandolo.

—  Esta bien... lo haré. Sólo es trabajo. — dijo Jungkook, pero, en verdad no estaba respondiendo a Lisa, sino que se lo decía a él mismo, en voz alta.






Cuando Jeon llegó al set, observó a Taehyung junto a Yoongi, estaban juntos, abrazados, seguramente él lo estaba consolando al saber quién sería su modelo acompañante.

Pero pese a ésto, Jungkook sentía su estómago arder, su boca seca, de nuevo ese malestar, ese sentimiento de inferioridad que sentía de vez en cuando. Y que ahora, no era solo un sentimiento, era un hecho, él era menos que Yoongi. En cuanto al menos en valores, y demás.

Veía a Taehyung mirarlo, su mirada le decía que estaba asustado, que temía por él, y eso, lo dañó, sentía que apretaban su corazón con fuerza, que moriría de seguir así. Entonces, esquivó su mirada, si sus ojos lo lastimaba, ya no lo vería, no lo haría.

Fue llevado por el personal a un camerino, pudo observar la mirada de la maquilladora al ver su rostro pálido, ojeroso y sus labios secos y partidos, pero ella no dijo nada, y comenzó a cubrir esas imperfecciones.

Estaba en mal estado, su salud no era buena, y Jeon lo sabía, había perdido el apetito desde hace meses, y sé obligaba a comer solo para no caer desmayado y no ser productivo. La ausencia de Taehyung, lo estaba afectando tanto.

No tenerlo a su lado, cada noche, y cada mañana, era simplemente cruel... y, aunque lloraba al pensar en sus errores, en los que alejaron a su novio, siempre se reclamaba, el porqué cedió por un simple beso que no sabía a nada.

Por un beso amargo, por un cuerpo que no amaba, ni deseaba como lo hacía con Taehyung.

Si el arrepentimiento fuera persona, se llamaría Jungkook, y robaría su apariencia.

Fue vestido de blanco, un maquillaje natural, y estaba descalzo, no sabía cuál era el concepto, pero solo seguía las indicaciones. Fue puesto junto a Taehyung, a su lado, lo observó de reojo, y él estaba vestido de manera similar.

Taehyung era tan hermoso y estaba seguro de que nunca encontraría una persona tan bella como él. Jungkook fue afortunado al tenerlo en su vida. Pero, no lo valoró.

¿Que objetivo tenía tener un pieza de arte, si quién la poseía no conocía su valor? Taehyung fue la pieza de arte, y Jungkook el ignorante que no conoció su valor, hasta que lo perdió.

— Jungkook, ponte de costado, tu cuerpo tiene que girar hacia Taehyung, en su dirección, pero, tu vista en la cámara. — dijo una mujer detrás de una gran cámara, y él hizo caso.

En toda la sesión, observaba a Taehyung desenvolverse naturalmente. Y, cada expresión en su rostro, era tan bella.

— Sujeten sus manos, y miren sus ojos, es la última foto. — dijo la mujer, y Jungkook tembló, pero no tanto como Taehyung lo estaba haciendo.

Entonces Jeon sujetó su mano con cuidado, lentamente, para que él no sé apartara, y acarició con su dedo índice la palma de su mano, llamando su atención, haciendo que lo vea a los ojos. Era su viejo hábito, y ni él ni Taehyung lo habían perdido.

— No te molestare, no te preocupes. — susurró Jungkook, intentado tranquilizar al otro.

Lo miró a los ojos, y Jeon no sabía como se veía a los ojos de Taehyung, pero él a sus ojos, era tan hermoso. Que quería llorar.

Las pupilas de Taehyung estaban dilatadas, y Jeon sospechó que las suyas también. Ambos se miraban en silencio, y Jungkook podía ver su dolor, el dolor de su exnovio.

Jungkook suspiró relajado cuando dijeron que ya podían dejar de verse, y que la sesión había terminado.

Cuando Taehyung corrió a los brazos de Yoongi, algo se clavó en su corazón, un dolor punzante, un dolor insoportable. Entonces, los pasó de largo, no quería verlos.

Sabía que ya no tenía ningún derecho. No tenía ni siquiera la cara para sentirse celoso, y eso le dolía más.





"blox_min1" es mi Instagram, ya saben, respondo ahí dudas, pero, sin spoilers😜

"Tu misterioso alguien"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora