"Tu misterioso alguien"

capítulo 40.

Yoongi se sirvió un vaso más de soju, sentado en el sofá, llevo su cabeza hacia atrás, y luego con la mano libre, frotó su rostro con pereza. Tenía sueño, pero no podía dormir, los recuerdos lo visitaban en la noche y lo atormentaban. El alcohol lo ayudaba a dormir, o por lo menos a quedar inconsciente.

Fueron años, en donde aquello lo atormentaba... el problema siempre fueron las palabras, que se clavaron en su corazón, y hacían eco en su cabeza.

"No importa, hyung"

"No sucedió nada, solo fue, un error del momento"

Yoongi había descubierto que las palabras dolían demasiado, y más, si provienen de alguien a quien amas.

Era doloroso, él amaba a Taehyung, no recordaba el momento exacto en el que se enamoró. Fueron amigos, mejores amigos. ¿Cuando su corazón había cruzado el límite?

Le había prometido estar siempre con él, así su corazón doliera.

No sabía quién era más egoísta entre él y Taehyung. ¿Lo era él, por querer estar a su lado, a pesar de todo? ¿Lo era Taehyung, por mantenerlo a su lado, a pesar de todo? 

Y sus "todo" siempre fueron momentos duros. Fueron, momentos en los que todo entre ellos había cambiado y al mismo tiempo, la vida siguió su curso con normalidad.

Pero, dicen que las promesas deben cumplirse.

Prometer, dar la palabra, Yoongi siempre cumplió con lo que decía. El prometer que estaría ahí, era algo más que el deber de una promesa para él. Un compromiso en vida.

El celular sonó, Yoongi no quería verlo, pero aún así lo hizo, su mente le gritaba que podía ser Taehyung, y que no debería ignorarlo.

Al ver su número, sonrió cuando adivinó. Tampoco tenía muchos contactos que lo llamarían a altas horas de la noche.

Taehyung lo estaba llamando. Yoongi bebió lo último que quedaba de soju de un solo trago, y dejó el vaso en la mesita que tenía en frente suyo. Tosió para que su voz saliera natural y luego atendió el celular.

—Tae, ¿qué sucede? —preguntó, su voz sonó ronca pese a sus intentos por sonar con normalidad.

—Yoongi... te necesito. —Al escucharlo, Yoongi se preocupó, y rápidamente se puso de pie, con ansias. Se concentró en su voz.

—¿Estás bien? ¿Qué fue lo que sucedió? — preguntó con rapidez.

—Y-yo me siento mareado Hyung... vi a Namjoon Hyung, yo me sentí tan mal. Me dolió el estómago al ver como me miraba... él me odia Hyung. —Yoongi pudo escuchar sollozos a través de la línea.

Estaba demasiado preocupado, y su mente calló una respuesta impulsiva de "¿Qué esperabas?"

—Tranquilízate Taehyung, respira correctamente, como te enseñé cariño, iré allí, pronto estaré contigo, ¿está bien?

—Es-está bien Hyung. —respondió Taehyung.

Yoongi habló con él hasta llegar a su departamento. Cuando ingresó, Taehyung se le echó encima, en busca de la seguridad de sus abrazos.

Siempre se sentía natural para Yoongi. El hecho de abrazarlo, de envolverlo en sus brazos, cuando lloraba, cuando se derrumbaba. Ser, quien era su único sostén.

Y aunque lo sintiera natural, no significaba que estaba conforme con ello. Yoongi no quería sentirse así, no quería ser un hombro en donde llorar, pero, no conocía otra forma de estar con él, de ser su todo.

Era retorcido, una forma de amar extremadamente egoísta, pero, Yoongi no hacía daño a nadie con ello. No lastimó a Taehyung, y tampoco a Jungkook, aunque lo mereciera.