capítulo 35.

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Taehyung despertó primero, sintió la respiración de Jungkook romperse en su piel, su menor había recostado su cabeza en su pecho desnudo, y lo abrazaba por el estómago, sus piernas estaban enredadas a las suyas, se veía pequeño a su lado.

Cuando quiso moverse, Jungkook simplemente se apegó más a él, y sus labios formaron un bulto, había hecho un puchero mientras se negaba a separarse de él. Se veía tierno, no lo podía negar.

Quiso safarse de su agarre, y tuvo contener un gemido cuando Jungkook, inconscientemente, apretó su muslo desnudo para no alejarse. Taehyung llegó a pensar que tenía un fetiche con las manos, o solo porque se trataba de Jungkook su cuerpo reaccionaba así.

Taehyung no podría explicar lo compatibles que eran en el sexo, bueno, siempre lo fueron. No fue ninguna sorpresa para él descubrir, que seguía siendo así.

Con dificultad, y a pesar del dolor que sintió en su espalda baja, Taehyung se sentó en la cama, sus pensamientos quedaron en blanco unos largos minutos, lo había hecho otra vez. Taehyung odiaba cuando cedía a sus impulsos. Aún más cuando era consciente de lo que no debía hacer, y lo hacía de todos modos.

Viendo su ropa regada por el suelo, y al encontrarse desnudo, tomó aquellas prendas caminando con dificultad y las usó por poco tiempo, ya que, solo unos minutos bastaron para que ingresara al baño y se desnudara nuevamente, aunque se detuvo al observar su cuerpo en el espejo.

Tenía marcas por donde quiera que sus ojos miraban. Marcas en su pecho, exactamente mordeduras pequeñas, y grandes, dedos marcados en su cintura y cadera, él no era una persona blanca como para que quedaran señales de manos ajenas en su cuerpo, la fuerza con la que Jungkook lo sostuvo, fue impresionante, tanto, que sus dedos aún estaban en su piel.

En su cuello y clavículas los chupones eran evidentes. Taehyung incrédulo palpó sus labios, dolían, los sentía hinchados. Rió sin creer lo que había hecho.

Taehyung ni siquiera podía ver su espalda, las marcas que incluso allí dejó Jungkook. Se hizo el tonto al darse cuenta que él había mordido su muslo por la parte interna, su memoria estaba difusa.

Su consciencia se había perdido en la oscuridad de esa noche, o solo había cerrado muy fuerte sus ojos cuando su toques quemaban su piel y su mente. Recordar lo sucedido la noche anterior en ese momento, no parecía la mejor opción.

Sin más, se colocó bajo la ducha, el agua fría aclaraba su mente, o al menos provocaba que sus pensamientos se mantuvieran a raya.

Disfrutó la ducha, mentiría si dijera que encontró una solución a sus problemas bajo el agua. No encontró solución alguna.

Cuando estuvo ya listo, salió del baño, y se quedó viendo a Jungkook dormir desde el marco de la puerta de su habitación. Suspiró e ingresó allí, sentándose a su lado.

Lo veía en silencio, Jungkook tenía puesto esa sudadera que no se había quitado en ningún momento, pensó que podría sentir calor al dormir así, él recordaba que su menor dormía desnudo, era un hábito del sueño que al parecer cambió.

Taehyung apartaba del rostro de su menor las hebras onduladas de cabello que cubrían sus ojos. Acarició su rostro gentilmente solo con dos dedos, para no despertarlo. Su respiración era tranquila, y su rostro parecía estar en paz.

Sus labios estaban rojos e hinchados, no había medido la fuerza de sus besos, aunque lo sintió como una pequeña venganza satisfactoria, después de todo, esa marca en su labio inferior, era nada comparado a las que Jungkook le dejó en todo su cuerpo.

Bajo otra luz, mirándolo dormir abrazando una almohada, y respirando con tranquilidad, Jungkook se veía tan puro.

Se veía inocente. Como si nunca hubiese roto su corazón.

"Tu misterioso alguien"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora