Capítulo 5.

256 16 65
                                    

Un mes después...

Sofía Monterubio.

Me encontraba más feliz que nunca en estos momentos, estos meses de clases los he sufrido con estrés y ajetreo pero no cambiaría mi carrera por nada del mundo, me encanta y quiero llegar muy lejos para así poder ayudar a mi primo Ángel con la empresa cómo tanto he querido.

Otra de las cosas que me han tenido de buen humor todas estas semanas es que me la he pasado muy bien con Alex, hemos salido continuamente, hemos hecho tarea juntos aquí en la universidad y me ayuda con las anotaciones cuando estoy muy cansada.

Alex es muy atento y cariñoso conmigo, me ha acompañado durante todo este tiempo y siempre hace todo lo posible por hacerme sonreír en mis días más grises, no he extrañado a Liam ni un poco y podría decirse que me siento libre y sin ataduras, es como si estuviera soltera o con la persona correcta.

A pesar de que hayan pasado las semanas no he podido sacar de mi memoria lo que pasó en aquella fiesta, nunca me había sentido tan viva en los años que llevo de vida y aunque no debo pensar en Alex como lo pienso, la verdad es que no puedo dejar de pensar en él desde aquella noche, sé que debo dejar de sentir estás cosas pero es algo que no puedo hacer por más que trato, y sí, sé que estoy jodida, me siento culpable en algunas ocasiones porque siento que quizás le estoy siendo infiel a Liam y aunque yo no sienta nada por él en lo absoluto siento que al menos le debo un poco de respeto a "nuestra relación".

En los dos años que llevo junto a Liam jamás me había pasado esto, y joder, por más que no quiera, por más que trate de evitarlo, todos mis malditos pensamientos recaen en él, en Alex.

Te estás enamorando cada vez más y te niegas a aceptarlo de una vez por todas.

Reviso las fotos que nos tomamos juntos en la fiesta y recordar a Diego vestido con un traje elegante aún me causa gracia, pero la verdad es que se veía bastante guapo, estoy segura de que Blanca se hubiera desmayado con solo verlo.

Pero el momento que siempre va a estar grabado en mi memoria y que nunca olvidaré es aquel baile, aquellas miradas, risas, roces y sus labios sobre los míos.

De solo recordar lo último un revoloteo se hace presente en mi estómago y suele emocionarme muy menudo, desde esa noche inolvidable todo cambio entre nosotros, nunca hablamos de ese beso y creo que ambos estuvimos de acuerdo con que fue un accidente por la vulnerabilidad del momento y que nos dejamos llevar.

Pero sé que no fue un error lo que pasó, al menos no para mí.

Muchas veces me he visto a mi misma fantaseando con que eso vuelva a ocurrir, pero lucho contra aquel sentimiento que está mal pero que no me importaría repetir nuevamente.

Porque me gusta sentirme viva y él logra hacerme sentir de esta manera, Alex me ha enseñado que disfrutar de la vida como si fuera el último de nuestras vidas es mucho mejor que aislarse de todo el mundo y ser infeliz.

—¡SOFÍÍÍAAAA, REACCIONAAAAAA! —brinco del susto para luego mirar a Diego con cara de terror y pánico por partes iguales, odio que me asuste así—. ¿En qué planeta andas mujer? —se carcajea y me extiende uno de los helados que fue a comprar hace rato y lo recibo—. ¿En qué tanto piensas, elfo? porque en el imbécil de Liam no creo. Ese tonto, amargado e imbécil, podrá ser tu novio pero ¿quién se cree él para prohibirte que salgas conmigo? ni que fueras un objeto de su pertenencia —come un poco de su helado con resentimiento ya que Diego nunca olvida el daño que me hacen y quién es la persona que se atreve hacerlo.

Yo imitó su acción pero un poco más tranquila que él.

—Muchas veces me pregunto que fue lo que pasó, porque después de lo que pasó aquella vez ya no es lo mismo —me encojo de hombros—. No entiendo porque cambió tanto, es como si Liam fuera un total desconocido para mí y no él niño con el que solía jugar cuando era pequeña. ¿Por qué se comporta así? ¿Por qué me maltrata? ¿Lo hace solo porque no quise...?

Camino a la felicidad (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora