Capítulo 24.

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Alex Cortés.

Ha llegado el día, llevaré a Sofía a la casa del árbol y tengo algo de nervios, ¡Joder! Me siento como si fuera un crío a punto de confesar lo que siente a la chica que le gusta, de mi parte espero que a Sofía le encante la sorpresa, además del jardín lleno de rosas rojas y el collar, decidí a última hora comprar un columpio estilo sillón de madera con unos cojines para que se sienta cómoda en su lugar, sé que le encanta leer en el jardín y más porque en el lugar donde hay de sus escasas flores favoritas y si aquí quiere leer que lo haga las veces que ella quiera, mi casa del árbol es tan de ella, como mía, también por eso decidí comprar el columpio el cual espero que el imbécil de Iván lo haya podido armar y lo haya colocado donde le dije.

Debo decir que nunca te había visto hacer tantas cosas por alguien, me sorprendes.

Bueno ya que mi conciencia me hace recordar, no soy un chico capaz de hacer dichos detalles, nunca le había visto el chiste, sé que con Jazmín fui un sol, si estuve enamorado de ella, pero jamás llegue hacerle una sorpresa como esta, ni la llevé a la casa del árbol, la única mujer que conoce este lugar es Sofía.

Escucho una notificación de mensaje y decido revisar, sé de quién se trata y es el mensaje que tanto esperaba.

Iván:

Amor mioooooo!!!!
Corazón de otra.
Hice lo que pude con el columpio, my love.

Yo:

Imbécil.

¿Al menos lo pusiste en el lugar que te dije?


Iván

Puro maltrato de tu parte y yo que siempre te he dado mi amor sincero, pero aún así mi sentimiento por ti esta intacto.👐

No pues, si lo puse donde ordenaste, Josué me ayudó a armarlo, espero que no te molestes, aunque lo dudo no sientes nada por mi como para celarme😿

Foto.

Yo:

Jajaja idiota, no me molesta, además tú eres un infiel, pobre Thalia que tiene que compartirte con cuatro.

Quedó muy bien, en serio gracias...

Iván:

¿Con cuatro?😏 Ves que si estoy en tu tonto corazón.

No me agradezcas lo hago con gusto.

No pude evitar reírme un poco, revisó la hora y se esta haciendo algo tarde.

Yo:

Después sigues con tus cosas, se me hace algo tarde y debo ir a buscar a Sofía.

Iván:

Yo siempre soy segunda opción :) pero no importa mientras sepa que me amas estoy dispuesto ha aguantarme toda tu indiferencia.

Beso en la cola.

Yo:

Hablamos después pedacito de imbécil, te quiero y gracias por todo.

Iván:

No tienes que agradecerme, lo hago con gusto...

Yo también te quiero, idiota.

Camino a la felicidad (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora