Camino a la felicidad (En corrección)

Capítulo 12.

Sofía Monterubio.

—¡No sabes cuanto te extrañé! —exclamó mi mejor amiga y me apretujó con más fuerza contra su cuerpo hasta hacerme quejar cuando comencé a quedarme sin aire.

—Y yo a tí... —jadeé al apartarme de su abrazo mortal y sonreí—. España te ha sentado bien, ¡mira lo preciosa que te estás! —volví a abrazarla con cariño.

—¡Joder, hasta que al fin me hiciste caso y dejaste Liam! —chilló emocionada e ignoró mi alago como si el haber dejado a Liam fuera más importante que por fin estar juntas después de meses—. El nuevo cuñado está mucho mejor y muy buenorro —se mordió el labio después de susurrarme aquello al oído y me reí.

Por lo visto Alex será el predilecto de todos.

—Pasamos por algunos altibajos para estar juntos pero lo importante es que ya estamos más unidos que nunca —sonreí entusiasmada y Blanca se quejó cuando le di un codazo en las costillas—. Lo que nunca te voy a perdonar es el hecho de no haberme dicho que vendrías.

—Si te lo decía ya no iba a ser sorpresa —sonrió con inocencia—. Perdóname pero tú no me habías puesto al día, así que estamos a mano.

—Buen punto, ¿otro abrazo?

Blanca chilló emocionada nuevamente y volvió a rodearme con sus brazos como si la vida se le fuera en ello.

—¿Se van a subir o van a chismear ahí paradas todo el día? —protestó David.

—¡Sí! ¡me siento abandonada aquí! —Brithany frunció su ceño—. ¡Me has cambiado!

—¡Yo llegué antes que tú! —gritó mi mejor amiga indignada.

—¡Yo no cambié a nadie! —me defiendo dignamente—. Además, tú no te separas de mi hermano ni por un segundo.

—¡SHHHHH! —siseó Josué poniendo un dedo en su boca—. No es mi culpa ser tan irresistible y que esta rubia tan hermosa también lo sea.

—Alex y yo somos los que estamos abandonados aquí —protestó Diego llevándose una mano al pecho con dramatismo—. Elfo, te robas la atención y el afecto de mi novia mientras yo ando muy necesitado de su cariño.

—Antes de ser tú novia es mi mejor amiga, así que te aguantas —repliqué ofuscada y Diego me apunto con un dedo de forma acusadora.

—¡Regrésame a mi novia, engendro del mal!

—Dramático —Blanca niega divertida.

—¡Hiere a mi pobre y necesitado corazón, Blanca Smith! —hace un mohín dramático.

Blanca puso sus ojos en blanco y dejó de abrazarme para ir a darle atenciones al dramático de mi mejor amigo.

—Eres un insoportable, Diego.

El susodicho me hace una grosería con el dedo mientras besa a Blanca y jadeé indignada.

Alex se acercó a mi con una sonrisa en su rostro y rodeó mi hombro con su brazo poco después para irnos todos juntos al teleférico.

La vista desde aquí arriba es hermosísima y el bosque es inmenso, creo que no tengo palabras para expresar una belleza tan etérea y mágica como esta.

—E-estamos demasiado alto —murmura un aterrado David—. Tengo miedo... ¿y si... la cuerda se rompe? ¡Son muchos metros hasta el suelo! —su rostro palideció a sobremanera y no pude reprimir la carcajada por más que lo intenté.

—Por lo menos no morirás solo —Lily golpeó su hombro en un intento de animarlo, pero no tardó mucho en poner sus ojos en blanco cuando un brillo de ilusión se hizo presente en la mirada de David.