Sofía Monterubio.
Los labios de Alex se mueven lentamente sobre los míos, sus dedos acariciaban la desnudes de mi espalda gracias al escote del vestido y me apega más a su cuerpo para eliminar la distancia inexistente entre ellos.
-Hay cosas de las cuales me he arrepentido en esta vida y tú no formas parte de esa lista.
Sonreí e intenté reanudar el beso que jamás pudo ser, se me borró la sonrisa de golpe y comencé a sudar frío cuando Liam apuntó la cabeza de Alex con un arma.
-Pensé que habíamos llegado a un trato, Sofía -el sonido del arma al quitarle el seguro me hizo estremecer, los ojos de Alex no abandonaban los míos y parecía confundido, asustado y casi desesperado por no saber que hacer.
-Te dije que no pensaba hacer lo que tú me pediste -intenté decir con seguridad pero el tono tembloroso de mi voz no me favoreció en absoluto.
-Me gusta verte como un animalito asustado, muñequita. Pero más me satisface tener la vida de tu amado Alex en mis manos.
-Solo un cobarde apuñala por la espalda -masculla Alex, enojado.
-¿Acaso tú no me habías hecho lo mismo? -cuestionó Liam con una ceja enarcada.
-¡Estabas golpeando a mi novia, maldito bastardo! ¡Es obvio que iba a matarte a puñetazos!
-Pero no lo hiciste y ese fue tu error más grande -Liam alterna su mirada hacia mi dirección y me quiña un ojo. Quiero vomitar-. Solo debías hacer una cosa Sofía y no lo hiciste, ahora tú condena será recordar el día en el que esté maldito entrometido dejará de respirar.
Liam apuñó el arma y una bala atravesó el cráneo de Alex.
-¡NOOOOOO!
Me incorporo en el momento que abro los ojos y en cuestión de segundos Alex ya estaba sobre mí, él me revisaba bastante preocupado y asustado mientras yo me hacía bolita en mi lugar, mi respiración era bastante erratica y mi corazón parecía querer salirse de mi caja torácica.
Solo había sido otra pesadilla, las he tenido desde el día de la fiesta y no sé siente bien, no me gustan, muy pocas veces suelo conciliar el sueño y cuando lo estoy logrando las pesadillas llegan para atormentarme.
Había tenido unos meses estupendos desde que inicié mi relación con Alex y logré sacar a Liam de mi vida, mis días habían sido más llevaderos y ya no me sentía reprimida, me sentía feliz y plena pese a que aún hay cosas que me entristecen.
Pero todo estaba siendo muy lindo para ser verdad, como siempre, mi felicidad tenía que ser apañada y justamente tenía que ser por él.
Liam parecía ser el origen de mis desgracias, de mis pesadillas y de que mi tranquilidad haya sido desintegrada con un chasquido de sus dedos.
Quiero creer que Liam solo me amenazó para intimidarme y que no hará nada en contra de Alex, pero una parte de mí sabe que no miente.
-¿Te sientes bien?
Negué y me acurruqué en su pecho para escuchar los tranquilos latidos de su corazón, Alex rodea mi cuerpo con sus brazos y suspiré algo aliviada porque solo esto me hace sentir segura, estar entre sus brazos me tranquiliza.
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Camino a la felicidad (En corrección)
Ficção Adolescente[Primer Libro]: Ella vivió dos años en una relación, donde fue maltratada y golpeada por su pareja, años donde el maltrato psicológico al que era sometida la hacía pensar que todo lo malo que pasaba era su culpa. Él ya no creía en el amor después de...