Capítulo 17

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Sofía Monterubio.

Los labios de Alex se mueven lentamente sobre los míos, sus dedos acariciaban la desnudes de mi espalda gracias al escote del vestido y me apega más a su cuerpo para eliminar la distancia inexistente entre ellos.

-Hay cosas de las cuales me he arrepentido en esta vida y tú no formas parte de esa lista.

Sonreí e intenté reanudar el beso que jamás pudo ser, se me borró la sonrisa de golpe y comencé a sudar frío cuando Liam apuntó la cabeza de Alex con un arma.

-Pensé que habíamos llegado a un trato, Sofía -el sonido del arma al quitarle el seguro me hizo estremecer, los ojos de Alex no abandonaban los míos y parecía confundido, asustado y casi desesperado por no saber que hacer.

-Te dije que no pensaba hacer lo que tú me pediste -intenté decir con seguridad pero el tono tembloroso de mi voz no me favoreció en absoluto.

-Me gusta verte como un animalito asustado, muñequita. Pero más me satisface tener la vida de tu amado Alex en mis manos.

-Solo un cobarde apuñala por la espalda -masculla Alex, enojado.

-¿Acaso tú no me habías hecho lo mismo? -cuestionó Liam con una ceja enarcada.

-¡Estabas golpeando a mi novia, maldito bastardo! ¡Es obvio que iba a matarte a puñetazos!

-Pero no lo hiciste y ese fue tu error más grande -Liam alterna su mirada hacia mi dirección y me quiña un ojo. Quiero vomitar-. Solo debías hacer una cosa Sofía y no lo hiciste, ahora tú condena será recordar el día en el que esté maldito entrometido dejará de respirar.

Liam apuñó el arma y una bala atravesó el cráneo de Alex.

-¡NOOOOOO!

Me incorporo en el momento que abro los ojos y en cuestión de segundos Alex ya estaba sobre mí, él me revisaba bastante preocupado y asustado mientras yo me hacía bolita en mi lugar, mi respiración era bastante erratica y mi corazón parecía querer salirse de mi caja torácica.

Solo había sido otra pesadilla, las he tenido desde el día de la fiesta y no sé siente bien, no me gustan, muy pocas veces suelo conciliar el sueño y cuando lo estoy logrando las pesadillas llegan para atormentarme.

Había tenido unos meses estupendos desde que inicié mi relación con Alex y logré sacar a Liam de mi vida, mis días habían sido más llevaderos y ya no me sentía reprimida, me sentía feliz y plena pese a que aún hay cosas que me entristecen.

Pero todo estaba siendo muy lindo para ser verdad, como siempre, mi felicidad tenía que ser apañada y justamente tenía que ser por él.

Liam parecía ser el origen de mis desgracias, de mis pesadillas y de que mi tranquilidad haya sido desintegrada con un chasquido de sus dedos.

Quiero creer que Liam solo me amenazó para intimidarme y que no hará nada en contra de Alex, pero una parte de mí sabe que no miente.

-¿Te sientes bien?

Negué y me acurruqué en su pecho para escuchar los tranquilos latidos de su corazón, Alex rodea mi cuerpo con sus brazos y suspiré algo aliviada porque solo esto me hace sentir segura, estar entre sus brazos me tranquiliza.

Camino a la felicidad (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora