Camino a la felicidad (En corrección)

Capítulo 45.

Preparen los pañuelos, porque esto se pondrá muy triste.

A leer:D

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Sofía Monterubio.

Después de leer esa carta salí completamente aturdida y con la vista nublada del edificio de Blanca, me siento traicionada y herida, toda mi vida ha sido una mentira, mi pad... el que decía ser mi padre me oculto algo que por derecho tenía saber y el que decía ser mi tío fue un cobarde, jamás pensaron decirme la verdad y eso me duele aún más, tantos años preguntándome porque mi madre no me quería y muy claro estaba, no soy su hija y también porque odiaba a mi madre por haberse enamorado del esposo de su mejor amiga.

Los gritos de Blanca suplicándome que no me vaya en este estado son ignorados, lo único que quiero es ver a Ángel y contarle la verdad.

Él merece saberlo.

Joder soy su hermana, ahora todo tiene sentido, ya entiendo porque tengo una conexión especial con él, ¡somos hermanos! y no saben lo mucho que me cuesta creerme eso.

Tengo mis pensamientos revueltos, no sé ni quién soy a pesar de que ya se de donde vengo y me duele más el saber que pude haber tenido un mejor destino si mi verdadera madre no hubiera muerto, tal vez hubiera sido muy feliz a su lado y no estaría viviendo todo este infierno.

¿Por qué me mintieron?

¿Tan débil creen que soy?

De todas las personas en el mundo jamás me esperé una mentira de tal magnitud por parte de Anderson, puedo entender que no pudo tenerme a su lado por los chantajes de su esposa pero tuvo la oportunidad de confesarme todo después de que ella murió y no lo hizo, merecía saber la verdad ¡y me la negó! Sabía perfectamente lo que sufría en esa casa y no hizo nada para sacarme de ahí a tiempo.

—¡SOFÍA, NO TE VAYAS!

Paso olímpicamente de Blanca y sigo corriendo. El cielo se oscurece por completo y un trueno hace que grite del susto. Mi pobre corazón no puede con tanto, siento como me aporrea con cada latido y no quiero seguir sintiendo más dolor.

Siento que la vida se está ensañando conmigo y siento que estoy pagando ser el fruto de una relación prohibida.

De un momento a otro empieza a llover y escucho a Blanca maldecir a lo lejos. No volteó a verla y sigo corriendo para meterme a un callejón y esconderme detras de unas bolsas de basura.

Pasan los minutos y salgo de ahí cuando me aseguro de que Blanca se ha rendido y marchado a su departamento.

Destiló agua hasta por los poros y tengo frío ya que salí con la pijama que le quite a Blanca prestada.

El agua cae a un nivel descomunal, las personas corren buscando refugio y otras se adentran a los locales para no mojarse, creo que soy la única a la que no le importa que el agua la empape, de todos modos me siento tan miserable que hasta el cielo quiso llorar conmigo, de todos modos es normal que en Londres llueva mucho y no es la primera vez que la lluvia me deja empapada.

No sé por cuantas horas camino, lo único que sé es que voy a un ritmo como si no pudiera ni con mi alma y para decir verdad, no puedo con este dolor que estoy sintiendo, si antes mi alma estaba rota, ahora está completamente destruida.

Visualizo el departamento de Ángel y me abrazo a mi misma para darme un poco de valor antes de entrar, no si antes exprimir mi cabello, sé que eso no va a evitar que ensucie el piso de cerámica pero bueno.