Sofía Monterubio.
Las semanas pasaron como si el tiempo quisiera que este año terminara rápido para así no poder asimilar todo lo bueno que me estaba pasando.
Después de caer en desgracia tras desgracia era normal sentirme tan extraña cuando algo en mi vida iba remotamente bien.
Alex sigue siendo el mismo chico que conocí y para ser sincera me ha dejado sin palabras porque como novio es más que perfecto, sin duda alguna es mucho más que eso.
Él es muy cariñoso, demasiado atento y muy, pero muuyyyy detallista, siempre se esfuerza por hacerme sonreír y me siento dichosa porque a pesar de todo me sigue conquistando como si fuera el primer día.
A veces pienso que tanta felicidad es muy bonita para ser verdad.
—¿Cómo vas con Alex, minions? —la voz de Brithany me sacó de mis pensamientos y la encaré con una sonrisa entusiasta.
Mi amistad con Brithany se ha fortalecido mucho durante estos meses, ella es muy buena persona y aunque a veces no la soporto porque suele ser una pesada, la estimo y le tengo cariño.
Nunca pensé que tendría otra amiga que no fuera Blanca y Lily, y me entusiasma mucho el poder crear nuevos lazos amistosos cuando pensé que eso nunca pasaría.
—Seguramente eres muy alta, Brithany —puse mis ojos en blanco, irritada.
—¡No seas amargada, minions! —golpeó mi brazo partida de risa y la fulminé con la mirada—. ¿Acaso Alex no te quitó el estrés anoche?
—¿Por qué todo lo que tiene que ver conmigo tiene que ser asociado con el sexo? —espeté molesta y Brithany me sonrió como un angelito—. Solo hablamos por llamada anoche para estudiar un rato juntos.
—¡Oh! sexo telefonal... eso es nuevo —exclamó divertida.
—¡Brithany! —le dediqué una mirada cansada.
La rubia levantó sus manos en señal de paz y sonrió.
—Vale, vale, ya no te molesto más con eso pero aún así quiero saber cómo te va con él.
Hablar de Alex siempre me robaba una sonrisa y hoy no sería la excepción.
—Es maravilloso Brithany —suspiré al evocar los recuerdos—, estás semanas con él han sido las mejores de mi vida y muchas veces pienso que todo lo que estoy viviendo es una mentira.
—Es que era más que obvio que iban a quedar juntos, yo los shispeé desde el primer día y más cuando se miraban con una pasión desbordante que hasta a mí me quemaba —ronroneó con tanta pasión que no pude reprimir la carcajada que se escapó de mis labios.
—¿Te han dicho alguna vez que estás loca?
—Te sorprendería saber que no —vaciló con una sonrisa divertida—. Además, ¡ojo de loca no se equivoca!
—¡Ah! No me digas
—¡Mi amor! —Alex apareció de la nada y me dió un corto beso en los labios antes de extenderme un helado de chocolate.
—¡Hola! —le recibí el helado y lo halé del cuello de su suéter para darle un beso un poco más largo y reconfortante.
Brithany carraspeó incomoda cuando el beso se alargó más y me aparté de Alex algo sonrojada cuando Brithany hizo un comentario con doble sentido.
—No coman pan delante de los pobres —dramatizó tumbada sobre la silla del jardín —. Ya Alex ni me saluda.
Alex le ofreció su helado a Brithany como símbolo de disculpa y ella lo recibió contenta como si hubiera logrado su objetivo.
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Camino a la felicidad (En corrección)
Dla nastolatków[Primer Libro]: Ella vivió dos años en una relación, donde fue maltratada y golpeada por su pareja, años donde el maltrato psicológico al que era sometida la hacía pensar que todo lo malo que pasaba era su culpa. Él ya no creía en el amor después de...