Capítulo 48.

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Capítulo 48

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Capítulo 48.

Durante el trayecto restante, había terminado de hablar con Jimmy, aunque este se había quedado bastante preocupado al otro lado de la pantalla del teléfono. Sin contar que todavía él debía asimilar que sería tío. Cuando Adrián y yo estábamos a punto de llegar al punto de encuentro donde le indicó Arnold, apartó una de sus manos del volante y sujetó la mía, presionándola con calidez al ver que yo estaba preocupada y acariciando mi vientre sin cesar.

—Estaremos bien —me dijo con seriedad, mirando de reojo a través del espejo retrovisor—. Estarás bien, te lo prometo —carraspeó y negó con la cabeza antes de corregir diciendo—: Es decir, estarán bien. Ambos estarán bien —enarcó las cejas—. Los dos. Tú y ella o él.

—Está bien, lo entiendo —fruncí los labios y solté un largo suspiro, mostrándole una vaga sonrisa.

—No tienes que esforzarte por pensar en este bebé más de lo que lo has hecho. No te preocupes por lo que yo pueda pensar sobre ti en ese aspecto, porque también me pongo en tu lugar y entiendo tu situación.

Por unos leves segundos, sus ojos claros se dirigieron hacia los míos y me miró fijamente. Cuando su vista volvió a fijarse en la carretera, presionó los párpados por un momento y soltó un pesado suspiro, concentrándose en conducir.

—Gracias por querer comprenderme —enarcó las cejas para sí mismo—. Aun cuando yo también soy responsable de haberte embarazado.

Desde mi posición, lo miré con cierta impresión al engrandecer mis ojos.

—¿Qué? ¿En serio creíste que no era consciente de que tu embarazo también es mi responsabilidad? —volvió a mirarme rápidamente. Sin embargo, cuando esquivó mis ojos, volvió a negar con la cabeza y dijo—: Respecto a esto de ser padre, quiero que sepas que buscaré la manera de adaptarme y de que funcione —percibí que tragó saliva—. No me agrada mi situación en ese aspecto, pero haré lo que esté a mi alcance para seguir mejorando como persona. ¿Te parece bien?

—¿Qué? ¿En serio? —engrandecí los ojos y me ruboricé al fijarme en su seria expresión, puesto que se había sincerado y hablaba muy en serio—. Quiero decir, sí. Por supuesto que me parece bien tus pensamientos y como quieres llevar ese proceso —sonreí nerviosa y una chispa de esperanza comenzó a sentirse en mi pecho y en mi vientre—. Lo que me preocupa es que mi embarazo te cause conflicto de intereses en el «Hospital General de Puerto Rico». No quiero arruinar tu prestigio, la imagen responsable de tus cargos en el hospital, ni tu carrera médica como médico cirujano. No quiero que...

—Aly, no pienses en eso ahora. De hecho, no te preocupes por eso. Buscaré la manera de solucionarlo ante la junta directiva del hospital. Sin embargo, ahora mismo estamos en una situación precaria para hablar sobre nuestras carreras y nuestro...

MCP | La Cura ©️ (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora