Capítulo 46.

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Capítulo 46

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Capítulo 46.

Más de una hora había transcurrido desde que Adrián se marchó para buscar a nuestros padres. La desesperación en mí continuaba desencadenando una ola de tensión por todo mi sistema. No podía evitar removerme sobre el asiento una y otra vez. Intentaba pensar que lo correcto era hacerle caso y seguir esperando, pero podía jurar que la incertidumbre acabaría conmigo. Sin embargo, me sobresalté al escuchar que mi teléfono sonó por todo lo alto, rompiendo el angustiante silencio que me estaba carcomiendo.

—Jim, ¿cómo estás? —respondí la videollamada. Aunque no era el tipo de llamada que estaba esperando, me alegraba comprobar que era mi hermano.

—¡Nere, hermanita! —parecía emocionado de verme al otro lado de la pantalla—. Eso debería preguntártelo yo a ti. ¿Cómo estás? ¿Cómo siguen nuestros padres? Me he enterado de todo lo que ha sucedido con todos allá desde que te fuiste —sus ojos reflejaban preocupación—. Los extraño mucho y ya quiero que estén de vuelta.

—Escucha, precisamente, es probable que hoy regresemos a Puerto Rico —solté un pesado suspiro—. Bueno, al menos eso espero —miré a mi alrededor preocupada, porque aunque por el momento me mantenía escondida y fuera de la zona del caos, no dejaba de pensar en Adrián y nuestros padres.

—¿A qué te refieres? —Jimmy frunció el ceño y estudió el ambiente que se reflejaba a través de la pantalla—. ¿Qué te sucede? ¿Dónde estás y por qué estás así?

Aunque Jimmy me había confirmado que ya sabía lo que había sucedido después de que me fui de Puerto Rico gracias a mis amigos —lo cual agradecía—, me tomé la tarea de explicarle con lujos y detalles hasta que llegamos al punto en el cual me encontraba varada en un estacionamiento para esperar por Adrián y nuestros padres. Además, hablar con él me ayudaba a matar el tiempo entre tanta espera.

—Mierda, Nere —se lamentó desde el otro lado de la pantalla—. Sí que la situación está muy jodida ahora mismo —volvió a estudiar el ambiente en el cual me encontraba—. Entonces, mi cuñado tiene razón. Si hay una amenaza de bomba en la zona, lo mejor es que sigas resguardada y esperando. En cualquier momento estarán contigo —me alentó, aunque veía preocupación en sus ojos.

—¿Y cómo van las cosas por allá? —carraspeé al recordar la razón por la cual Adrián me había insistido en que me quedara.

—No muy bien que digamos —me confesó—. Seré sincero, Nere. Hay muchas personas infectadas que están muriendo por el virus en los hospitales del país.

—Lo sé, pero, créeme, la cura muy pronto llegará para nuestra gente.

—Eso espero —suspiró con pesadez—. Según Leslie, hay muchos pacientes fallecidos en el «Hospital General», incluyendo los del personal.

MCP | La Cura ©️ (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora