Capítulo 26.
Abrí los ojos y me removí levemente sobre la cama cuando sentí como Adrián posaba besos sobre mi espalda y mis hombros. Sonreí para mí misma y me relajé al sentir como su cálida piel estaba adherida a la mía. Me sentía cuidada y protegida.
—¿Cómo te sientes? —me preguntó en un susurro demasiado sensual para mis oídos.
—Mucho mejor —suspiré relajada, con ganas de quedarme justo como estaba—. ¿Qué hora es?
—No lo sé —me confesó—. En cuanto me quedé dormido, también perdí la noción del tiempo.
Giré mi cuerpo para mirarlo a los ojos. Se veía realmente relajado y despreocupado. Tenía que admitir que tenía las mejores vistas, entre mi hombre desnudo y las puertas acristaladas del balcón donde se divisaba la Torre Eiffel. Acaricié su rostro y admiré una vez más su hermosa mirada llena de sinceridad. Me sentía como en un sueño del cual no quería despertar jamás.
—¿Serías capaz de prometerme algo? —me preguntó.
—¿Qué?
—Prométeme que seremos solo tú y yo por mucho tiempo.
Me congelé, ya que sabía a qué se estaba refiriendo. Sin embargo, yo estaba pasando, probablemente, por el susto más grande de mi vida. No podía prometerle eso si no estaba segura de lo que me estaba ocurriendo.
—Es decir, me refiero a que nos tomaremos el tiempo para disfrutarnos en soledad, sin nada ni nadie de por medio.
Intentando buscar una respuesta que no empeorara mis nervios, le pregunté:
—¿No te ha bastado con todo el tiempo que hemos tenido a solas? —sonreí irónicamente, ya que habíamos tenido mucho tiempo desde que nos volvimos a encontrar en la entrada del hospital—. Sé que desde que nos vimos hemos pasado por muchas situaciones, pero debes admitir que hemos tenido tiempo suficiente para disfrutarnos.
—Lo sé, pero siento que no he tenido suficiente de ti —sus ojos verdes se mostraban profundos—. Creo que ahora es que nos disfrutaremos más, Aly —lo reflexionó—. Ahora que hay una vacuna que erradicará el virus por escala, que continuaremos con nuestras carreras médicas y que intento mejorar emocional y mentalmente —resaltó.
—Sí, tienes razón —sonreí forzosamente.
—Por supuesto que tengo razón —presionó mi nariz con cariño y se levantó de la cama.
«Mierda, de verdad esperaba no estar embarazada».
—Hay que ir a prepararnos —enarcó las cejas cuando se detuvo en el marco de la puerta del baño, mostrándome su desnudez con seguridad—. Tengo una sorpresa para ti.
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MCP | La Cura ©️ (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 5) Lo inevitable no solo ha desatado una ola de emociones dolorosas entre Adrián y Alysha por la decisión que ella ha tomado en base a la pandemia global a la que se enfrentaban, sino que una serie de sucesos al otro lado del mundo, los...