Capítulo 3.
(Adrián).
Necesitaba llegar a Francia de una puta vez. Me carcomía la desesperación por tener a salvo a Alysha, pero tenía que confiar en que estaría bien, a pesar de la jodida situación del momento.
—Doctor Wayne, le sugiero que se calme un poco —me dijo la azafata que trabajaba en el avión privado cuando era necesario—. Ya pronto aterrizaremos, así que debería sentarse y abrocharse el cinturón de seguridad —enarcó las cejas en modo de advertencia, aunque se mostraba profesional, como de costumbre.
—Bien —le respondí cortante y me senté en mi lugar, abrochándome el cinturón mientras soltaba un largo y pesado suspiro.
Francamente, podía percibir que estaba harta de mi comportamiento, pues mi trastorno de intolerancia a la incertidumbre me dominaba por completo. Experimentar ciertos TOC's me resultaba fastidioso en un momento tan jodido, pero necesitaba controlarme como fuese posible. Sin embargo, saber que lo más preciado de mi vida se encontraba en peligro, causaba que todos mis sentidos se agudizaran. Por supuesto que no podía estar tranquilo y como si nada estuviese pasando. No era un típico viaje común hacia Francia.
—Doctor Wayne, ¿necesita un calmante o algún té para que se tranquilice? —volvió a preguntar la azafata al ver que chocaba mis dedos contra el reposabrazos del asiento—. Sinceramente, hasta yo me estoy poniendo nerviosa con su actitud.
—Usted no podría entender mi situación y como me siento, créame —espeté y esquivé su mirada con fastidio.
No quería pillarla de mala manera con nadie, pues ella tampoco tenía culpa de mis mierdas, pero sentía que estaba jodidamente descontrolado. Después de la breve conversación que había tenido con Alysha por mensajes de texto, no era para menos. No solo era una cabezona testaruda por ir detrás de su familia ante cualquier circunstancia —lo cual yo admiraba demasiado en el fondo—, sino que estaba dispuesta a exponerse al peligro por salvar otras vidas.
«¿Pero quién era yo para cuestionarle eso?», pensé. «Éramos médicos y yo haría lo mismo si fuese el caso, porque era mi trabajo y mi vocación». Mentalmente, intentaba ponerme en su lugar y no actuar tan egoísta, aunque, sinceramente, solía serlo.
Saqué uno de mis teléfonos del bolsillo de mi pantalón de traje y una vez más miré la localización exacta de Alysha a través de la aplicación. Siendo sincero conmigo mismo, agradecía para mis adentros que decidiera continuar utilizando la pulsera con el rastreador después de lo que eso significaba para mí: control.
«Mierda, Aly». Gruñí para mis adentros al darme cuenta de que aún seguía en el mismo hotel donde recogería a su madre. «¿Por qué coño sigues ahí y no te has largado como he dicho?». Podía jurar que sentía como las palmas de mis manos se calentaban.
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MCP | La Cura ©️ (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 5) Lo inevitable no solo ha desatado una ola de emociones dolorosas entre Adrián y Alysha por la decisión que ella ha tomado en base a la pandemia global a la que se enfrentaban, sino que una serie de sucesos al otro lado del mundo, los...