Capítulo 15.

10.9K 1.3K 263
                                    

Capítulo 15

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 15.

Tragué saliva con dificultad y giré mi cabeza por un momento para comprobar que Adrián continuaba durmiendo con despreocupación. Presioné los párpados y froté mi frente al intentar ordenar mis pensamientos.

«Esto estaba realmente mal, muy mal» pensé.

A pesar de que los trajes de protección desprendían un fuerte olor a alcohol y desinfectantes específicos para el material —ya que nos habíamos desinfectado lo más que pudimos antes de acceder a la reunión—, me preocupaba sobremanera la abertura que tenía mi traje protector. El pavor comenzó a recorrer por todo mi sistema y podía sentir como mi corazón se aceleraba por un hecho que me creaba dudas:

«¿Y sí me había infectado?».

«¿Y sí había infectado a mi madre?».

«¿Y sí había infectado a nuestros padres?».

«¿Y sí había infectado a Adrián?».

Cuando dejé caer mi traje de protección justo donde había estado —junto al de Adrián—, volví a dirigir mis ojos hacia su dirección y me percaté de que se removía sobre la cama buscando mi calor.

—No, no, no —murmuré por lo bajo y corrí hacia donde estaban mis pertenencias—. Por favor, no —cuando abrí mi maleta, saqué la libreta de anotaciones que había utilizado desde el internado para estudiar mejor sobre el virus. Había plasmado muchos apuntes importantes y necesitaba salir de dudas.

—Aly, ¿qué haces? —Adrián gruñó soñoliento desde la cama—. Ven, regresa a la cama con papi.

Aunque sonaba tentador, no dejaba de pasar las páginas de la libreta, leyendo entre oraciones y palabras, segura de que había anotado información sobre el período de incubación en donde el virus podía ser más contagioso al momento de trasmitirlo.

—U-Un segundo, Andy —balbuceé al sentir que mi preocupación incrementaba.

—¿Para qué? —percibí que se sentó sobre la cama—. Papi no puede esperar ni un segundo —me dijo de manera sugerente, con la voz ronca.

—Yo... —me giré sobre mis pies con los apuntes y lo miré directamente a los ojos con preocupación—. Créeme que quisiera estar montándote ahora mismo, pero creo que no es el momento.

—¿De qué estás hablando? —frunció su pronunciado ceño, buscando respuestas en mis ojos—. ¿Qué puede ser más importante que montarme? —retiró las sábanas de su trabajado cuerpo y desnudo comenzó a caminar hacia mi dirección.

MCP | La Cura ©️ (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora