Capítulo 42.
Comencé a gemir con gusto y desesperación cuando Adrián comenzó a trazar su lengua en mi húmedo sexo, de abajo hacia arriba, repitiendo la acción y causando que me arqueara sobre el piano. Luego plasmó besos en las caras internas de mis piernas, mirándome a los ojos desde su posición. Mi vientre era un mar de cosquillas incontrolables ante sus acciones perversas.
—No solamente me gusta lamértela entera —trazó su lengua sobre uno de mis muslos—. También me encantan tus piernas, lo sabes.
—A mí también me encanta que me hagas esto —sujeté su cabello con ímpetu y dirigí su boca hacia mi sexo, el cual lamió y chupó con experticia.
Mis descarados gemidos inundaron el frío y silencioso ambiente del salón de música, pero Adrián no se detuvo y continuó usando su lengua para darme placer. Era irónico como habíamos pasado de estar en un momento triste para estar en uno más caliente y placentero. Sin embargo, cuando me dispuse a recibir su lengua por un largo rato, cerré los párpados al sentir que llegaría al clímax. Las cosquillas en mi clítoris y en cada parte de mi vagina causaron que arqueara mi cuerpo sobre el piano, sintiendo como mis terminaciones nerviosas me dominaban por completo mientras llegaba al orgasmo y me mojaba mucho más sobre su boca.
Cuando Adrián despegó sus labios de mi sexo y recobró su compostura entre mis piernas, se relamió el labio inferior de manera sensual al mirarme con superioridad y sacó su miembro de su bóxer y luego de su pantalón, penetrándome con agilidad y brusquedad. Al principio, los movimientos eran lentos, pero luego agilizó sus caderas y las estocadas eran más fuertes, más rudas y más bruscas.
—Me voy a venir, bebé —me avisó con desesperación después de un largo rato penetrándome sin parar.
—¡Dios, yo también! —grité y me arqueé sobre el piano, cuando sus penetraciones incrementaron sin piedad—. ¡Andy, me voy a venir! —gemí con suma desesperación cuando mi cuerpo comenzó a temblar de forma descontrolada.
Adrián agarró mi cuello con fuerza y sus jadeos fueron música para mis oídos al derramarse en mi interior con brusquedad, percibiendo como su cuerpo también temblaba sobre el mío al encontrarme completamente desnuda ante sus ojos. Ambos habíamos llegado al orgasmo de manera simultánea.
—¿Ya terminaste o me vas a seguir ahorcando? —le pregunté al ver que todavía no había quitado su mano de mi cuello mientras recuperaba el aliento junto a mí.
Me sonrió de manera perversa y agachó su cuerpo sobre el mío para meter su lengua en mi boca y jugar con la mía mientras su miembro continuaba invadiendo mi vagina.
—¿Quieres acompañarme un rato más mientras toco el piano? —me preguntó por lo bajo para luego chupar uno de mis pezones con avaricia.
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MCP | La Cura ©️ (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 5) Lo inevitable no solo ha desatado una ola de emociones dolorosas entre Adrián y Alysha por la decisión que ella ha tomado en base a la pandemia global a la que se enfrentaban, sino que una serie de sucesos al otro lado del mundo, los...