25 "Negación" ◇

16 8 16
                                    

Muchos dicen que un hijo desaparecido es peor que un hijo muerto, pero ¿que pasa con los que vivieron las dos cosas? Grace y Anthony habían perdido una parte importante de su vida, su hijo menor, Anthony no dejaba que afectará su día a día, solo se sentía triste cuando podía, pero Grace, su día a día se había convertido en tristeza pura.
Olivia quien era la única que se quedaba en la casa todo el día, solo veía a su madre haciendo tres cosas; caminando y dando vueltas a la sala de estar, incada en el patio viendo el cielo y hablando sola, probablemente rezando y también en mayoría de veces, llorando.
Lo normal es que una persona se sienta peor en los primeros días y a medida que el tiempo pasa se ponga mejor, pero esta vez era el contrario, los primeros días aún cocinaba o hacia deberes, ahora solo estaba sumergida en un mar de tristeza, separada del mundo y la realidad.
Ya que Grace estaba en sus pensamientos todo el tiempo, la que se encargaba de la casa era de Olivia, lo que hacía que no tuviera mucho tiempo de salir, cosa que no le disgustaba, muchas ganas de salir no tenía, como quiera, Evelyn suele ir a su casa casi a diario.

Para la ciudad en si, la muerte de Oliver era algo que alarmaba un poco, pero a veces parecia que nadie se acordaba, ya habían pasado 9 días de que el chico había sido encontrado muerto, ya era 13 de octubre, al parecer las personas que estaban invitadas no tenían ni moral ni preocupación por su seguridad.
Otra cosa que estaban esperando era el informe de los forenses de lo que paso con Oliver, la chica les escribir cada tercer día para ver su avance pero a veces decían que aún no encontraban nada y otras veces decían que su lista de espera era larga.
Desde que su hermano se fue, los días no eran los mismos, tal vez para desconocidos era fácil olvidar la muerte de un joven, pero para una hermana no era nada fácil. No había nadie que la molestara o alguien a quien molestar, eso era algo que sentía desde que había desaparecido, pero ahora que sabía que no iba a volver, se sentía más punzante.

La chica se encontraba lavando los platos sucios de la comida, eran pocos ya que solo comían su madre y ella, su padre estaba en el trabajo, la chica lavaba y lavaba hasta que vio un pedazo de comida caer de un plato de su madre, Grace no ha comido muy bien.
Cuando termino de lavar los trastes, con un trapo húmedo comenzo a limpiar la mesa y lo que viera que anduviera sucio, después de eso tenía que ir al jardín a regar las plantas.
Había acabado de limpiar la cocina rápido, no era algo tan laborioso por la cantidad de gente que vivía en la casa. Tomo de un closet unos guantes de hule, un mantil y coloco en este tijeras de hojas y un rociador de agua.
Cambio sus tenis por botas de jardín y salio al patio trasero, donde lo primero que hizo fue ir a la pared de la esquina para tomar la manguera y empezar a regar el césped y las plantas llenas de rosas y tulipanes que tenían sembrados.
La chica disfrutaba de hacer la jardinería, era algo terapéutico para ella, en si, todo lo que tenía que ver con estética y arreglo a ella le gustaba mucho.
A medida que más regaba el césped, más se oian los pasos de las botas aplastando la tierra húmeda, hasta que recorrió el jardín, fue hacia los arbustos de rosas, donde se inco y empezó a rociarlas con delicadeza.
Acomodaba las rosas que estaban atoradas con los tallos así como también cuidadosamente cortaba las espinas de estas, esa era su parte favorita.

—Hija —dijo Grace fríamente desde dentro de la casa.

La chica volteo a la puerta que llevaba al interior de la casa, su madre estaba parada con un bata blanca puesta —Mamá —La chica se paro y fue hacia ella —¿Estas bien?, ¿necesitas algo?

—Si hija, quiero salir —dijo seriamente.

—¿Salir?, ¿a que? —respondió extrañada.

—No se, tomar un café, ver los árboles, un helado, lo que quieras, ya no aguanto estar en esta casa que me trae demasiados recuerdos de todo.

—Oh, hmmm, pues estaba haciendo la jardinería...

-Puedes hacerla otro día, no quiero ir sola.

—Pues... Esta bien, déjame me quito todo esto —dijo mientras empezaba a quitarse los guantes de jardinería.

Crystal Lake CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora