37 "Un nuevo caso" ◇

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El brillante sol daba en la gran ciudad, era un atardecer muy agradable, el ruido de los coches y el cantar de los pájaros se escuchaba dentro del departamento.
Jim y la señora Jazmín se encontraban hablando en la cocina mientras que sus hijos estaban en la habitación principal viendo una película —Entre más veo estas películas más falsas pienso que son —dijo Noah.

—Ya lo creo, aunque si da algo de asco —respondió Evelyn mientras llevaba una palomita a su boca.

—Y aun así sigues comiendo, jajaja –Se burlo el pelinegro.

—Jajaja, déjame, es que tengo hambre —Se rio la pelinegra.

—Al menos dame una —Extendió su mano al plato de palomitas.

—¡No! Son mías —Le dio un manotazo a su amigo.

—¡Oye! Dame una por lo menos —Empezó a mover su mano en muchas direcciones tratando de evitar que su amiga la detuviera, pero no lograba agarrar nada.

—Ni de chiste, jajaja —Se reía mientras su amigo trataba de agarrar comida.
Entonces la pelirroja sintió como Noah le daba un golpe en la cabeza con una almohada. Volteo a verlo de vuelta, lo veía de forma sorprendida. Dejó el plato de palomitas de lado y tomó una almohada —. Te vas a arrepentir.

Entonces Evelyn le dio un golpe en el hombro a su amigo, con el cual cayó al suelo, la chica estaba a punto de darle otro golpe pero Noah con una patada hizo que la almohada de la pelirroja cayera al suelo —No soy tan fácil de vencer —Se paro de vuelta y le dio otro golpe en la cabeza a su amiga.

El chico se quedo riendo intensamente con los ojos cerrados, cuando los empezó a abrir vio como la almohada iba directo a su cara, cerró los ojos y en el momento que recibió el golpe los abrió de vuelta.
Estaba acostado de lado, vio a unos pocos metros de el una pared azul con rayos de sol en ella. Luego sintió algo pesado en su pie, el chico fue levantándose poco a poco para sentarse y ver un yeso en su pie. Entonces ahí volvió a la realidad en su cuarto de hospital.

El chico comenzó a sentirse deprimido pero recordó que Jayden había pasado la noche con el. Volteo a su silla pero no lo vio ahí, en cambio oyo su voz afuera del cuarto, estaba hablando con uno de los doctores.
Noah aún tenia un poco de ardor de ojos, su cabeza le dolía y su mano estaba adolorida, pero bueno, no han pasado ni 24 horas del ataque.

Con la mano que tiene sana, tomo su celular, no lo veía desde ayer, tenía varios mensajes del grupo de WhatsApp  de sus amigos preguntándole si estaba bien, llamadas perdidas de su tía y abuelos.
El chico iba a devolverle la llamada a sus familiares, pero Jayden entró junto a un doctor —Buenos días Noah ¿Como estas? —El chico fue con el herido a ver como se encontraba.

—Bien Jayden, gracias... Buenos días doctor —Saludo el chico.

—Buen día Noah, en unos momentos vendrá la doctora Prescott a hacerte un chequeo —dijo el doctor.

—Bien, aquí me quedaré en lo que llega tu padre, Noah —dijo Jayden.

—Hmmm... Sabes, mejor, busca a los demás, debo hablar con todos —pidió el chico.

—Oh... Esta bien, en ese caso te veré luego —Jayden salio del cuarto y empezó a caminar por los pasillos.
Se estaba dirigiendo a la sala de espera para hablarle a todos, pero cuando giro a esa zona, vio a Olivia saliendo del elevador —. Hey Olivia

—Oh, Jayden ¿Llegaste antes? —pregunto la pelinegra.

—No... Es que me quede a dormir —dijo un poco nervioso.

—Oh... Jajaja, que bueno que le hiciste compañía ¿Como esta?

—Muy bien, ahorita le están haciendo un chequeo para ver si hay algo fuera de lo normal —contesto Jayden.

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