-Brooke - Escucho la voz de Chris desde la puerta. Abro los ojos negándome a salir de la cama. La puerta se abre y aparto la sábana que ocultaba mi cabeza. Lo miro en silencio. Me sonríe y camina hasta mí. Se sienta a mi lado y acaricia mi cara - ¿Has podido dormir? - Niego mirándole. No quiero seguir llorando. Ya he llorado bastante durante lo que quedaba de noche.
Al salir de la pequeña conversación con el chico de tatuajes, mi hermano decidió dar mi noche por terminada y Mady nos trajo hasta casa. Ni siquiera tuve fuerzas de subir las escaleras. Me he dado cuenta que la importancia que tenía el tatuado en mí es mucho más grande de la que preveía. Chris no hizo ningún comentario cuando nos quedamos solos. Se sentó junto a mí y me escuchó llorar. Ni siquiera abrió la boca.
-Necesito saber que te pasa porque no sé en qué punto estás, Brooke...
-Creo... No lo sé... bueno, me importa Dave - Chris eleva las cejas, como dando a entender que ya lo da por hecho. Río negando y me incorporo. Abrazo mis piernas y apoyo mi cabeza en la rodilla. Lo miro y sonrío cuando acaricia mi pelo.
-Te dije que esto pasaría, pequeñita - Deja un beso en mi cabeza - No quería verte así y me jode demasiado porque no te lo mereces.
-Lo sé Chris, lo siento - Sollozo abrazándole - Siento decepcionarte.
-No es eso, no me has decepcionado... Para nada - Chris se separa - Eres adulta aunque para mí seas mi pequeña y puedes querer a quien te apetezca pero me jode... Dave tiene demasiada mierda detrás y te ha involucrado sin quererlo.
-Y de verdad que estaría dispuesta a ayudarle...
-Pero... ¿a qué costo? Brooke, no quiero que acabes destrozada mentalmente.
-No lo haré... Se lo dije... Hasta que no sea capaz de abrirse no puedo estar cerca.
-Vale, pero debes cumplir eso - Asiento abrazándole de nuevo. Chris da un beso en mi cabeza - Pequeña, voy a hablar con Jack... Le diré que no te encuentras bien y que empezarás la semana que viene, ¿te parece?
Realmente sí. No tengo la suficiente fuerza mental como para levantarme de la cama y tener mi primera reunión de trabajo. Mucho menos enfrentarme al resto de chicos y chicas. No quiero tener que responder preguntas que no sabré contestar. Christopher me conoce y me apoya. Sé que le jode hacerlo puesto que me advirtió alejarme sentimentalmente de cualquiera de sus compañeros y que él me esté apoyando es un paso para él.
Se incorpora y acaricia mi mejilla.
-Voy a sacar a Cole al parque y así no te molestará, ¿te parece bien? - Asiento leve volviendo a tumbarme. Cierro los ojos cuando escucho cómo me vuelvo a quedar sola en la habitación.
Paso el resto del día tumbada. Ni siquiera me levanto para ir a comer o cenar. Mis hermanos tampoco hacen amago ni presión para que lo haga. Cosa que agradezco demasiado. Mi cabeza recupera de nuevo lo que pasó ayer. Dejo que el tiempo pasa y, a la mañana siguiente, sólo he conseguido descansar un par de horas.
Unos golpes en la puerta me hacen abrir los ojos. Suspiro leve incorporándome al entender, por la fuerza de los golpes, que se trata de Cole quién espera fuera.
-Pasa peque - Aparto mi pelo hacia atrás y lo miro. Sonrío como puedo y su cara denota que no lo he conseguido. Hace un puchero y se acerca a la cama.
-¿Qué te pasa, Brookie? - Doy pequeños toques en la cama, indicándole que se siente.
-Me encuentro un poco mal... Pero no es nada, no te preocupes - Acaricio su pelo y dejo un beso en la cabeza. Él asiente, conformándose con mi respuesta. Me abraza y se tumba a mi lado.
