Suspiro negando al verle salir y me paso las manos por la cara. Me apoyo en la encimera y cierro los ojos. Cojo aire intentado hacer memoria de la noche de ayer . Siento impotencia al ver como reacciona porque no se el porqué se pone así. Tampoco pasó nada más ¿no?
Salgo echando mi pelo hacia atrás y camino hasta la sala de juegos donde están todos. Él es el único que falta. . Becca me sonríe al entrar y hace un gesto para que me acerque.
-¿Todo bien?
-Sí... Un poco cansada de ayer pero bien.
-Normal... Ayer hicisteis jaleo - Ella eleva la ceja y trago saliva.
-¿Qué? - Un nerviosismo recorre toda mi espalda. Su cara es un poema, se ríe y no para de observarme. Mi mano tiembla y la otra nerviosa juega con uno de mis mechones. Intento controlarme porque realmente no sé qué pasó.
-Dave y tú, estabais contentos - Un jarro de agua fría cae por mi cuerpo. Abro mi boca pero no emito ningún sonido. La vuelvo a cerrar dando pie a que siga hablando - No hicisteis mucho ruido pero me desvelé un segundo y os escuché.
-No lo recuerdo...
-No me extraña... Pero él tiene que recordarlo seguro, Dave nunca se emborracha.
-¿Y qué escuchaste? Me gustaría refrescar un poco la memoria - Ella ríe y niega varias veces.
-No soy yo la que debe recordarte eso - Eleva los brazos y se acerca a mí - Me pareció ver un roce de labios - Susurra en mi oído. La miro quedándome completamente estática mientras se aleja.
No lo puedo creer. Un pequeño flashback me viene a la cabeza. Dave y yo besándonos en el pasillo. Sus manos firmes en mi cintura y yo abrazándolo por el cuello. Mis manos agarrando su pelo. Un dolor en el estómago me invade. Mi respiración se altera y siento que necesito salir. Nadie se da cuenta de mi estado. Cierro a mi espalda y me apoyo en un mueble del pasillo.
Intento calmarme. Llevo una de mis manos y paso los dedos por los labios. Parece electricidad la que atraviesa cada parte de mi cuerpo. Me tiemblan las piernas.
Como puedo ser tan tonta. Como pude perder tanto la cabeza con el alcohol. Está enfadado porque sobrepasé los límites. Tiene que ser eso.
Escucho una voz desde el patio. El único que falta dentro es el chico de tatuajes por lo que es el único que puede estar fuera. Trago saliva y paso las manos por mi pelo. Cojo aire para calmar la respiración y tranquilizarme. Quiero estar segura de mí. No me arrepiento pero si de las formas porque él si se arrepiente. Suspiro y decido afrontar lo que hice ayer.
Salgo al sol jugando con mis manos. Recorro el jardín con la mirada y lo veo de espaldas a mí, sentado en el borde de la piscina con un cigarro en la mano. El móvil en la otra. Parece hablar con alguien.
Me acerco en silencio. Él se despide de la persona y cuelga. Da una calada al cigarro y veo como gira la cara. Ha notado mi presencia.
-¿Necesitas algo, Brooke? - Murmura dejando escapar el humo de su boca. Los músculos se contraen mientras yo observo los tatuajes de su espalda desnuda.
-¿Puedo sentarme? - Paso una de mis manos por el otro brazo queriendo controlar mis nervios.
-Si, claro ¿Por qué no ibas a poder sentarte? - Asiento y me siento a su lado. El agua está bastante fría. Muevo mis pies observando el líquido transparente que tanta inseguridad me genera. Igual que está situación. Me siento una niña pequeña que sabe que su padre le va a regañar por portarse mal. Quiero mirarle pero me da vergüenza - ¿Qué pasa?
-Ayer...
-Ya te he dicho que tranquila, que no hiciste nada - Levanto la mirada y me atrevo a centrarla en él. Él mira hacia delante con el cigarro en la boca. La nuez de su garganta se hace notar cuando traga saliva.